Tarde o temprano tenía que suceder. El segundo abandono de la temporada para Nico Rosberg le ha costado nada menos que el liderato del Mundial a falta de cinco carreras. Lewis Hamilton obtuvo una sólida victoria en el Gran Premio de Singapur acompañado en el podio por los Red Bull de Vettel y Ricciardo.
El calvario de Rosberg comenzó antes que la propia carrera. Su monoplaza no arrancaba en la vuelta de formación, de modo que tuvo que ser empujado para partir desde el 'pit lane'. Kamui Kobayashi detuvo su Caterham en una escapatoria por una avería también antes del semáforo verde.
El calvario de Rosberg comenzó antes que la propia carrera. Su monoplaza no arrancaba en la vuelta de formación, de modo que tuvo que ser empujado para partir desde el 'pit lane'. Kamui Kobayashi detuvo su Caterham en una escapatoria por una avería también antes del semáforo verde.
En la salida Vettel y los Ferrari estuvieron listos para subir posiciones. Hamilton mantuvo la primera posición, mientras que Alonso rebasó a Ricciardo antes de salirse del trazado, reincorporarse por delante de Vettel y devolverle la posición. Räikkönen dio cuenta de Massa en los primeros metros para situarse quinto.
Pocos más adelantamientos se verían en el Circuito Urbano Marina Bay. Los pilotos mantuvieron distancias prudentes durante toda la prueba dada la elevada complejidad de los rebasamientos, el acusado desgaste de los neumáticos y el alto consumo de combustible.
Pocos más adelantamientos se verían en el Circuito Urbano Marina Bay. Los pilotos mantuvieron distancias prudentes durante toda la prueba dada la elevada complejidad de los rebasamientos, el acusado desgaste de los neumáticos y el alto consumo de combustible.
Felipe Massa fue el primero del grupo de cabeza en realizar su parada. Fue en la vuelta 11, y Räikkönen trató de cubrir posición en el giro siguiente, pero salió por detrás del brasileño. En la vuelta 13 entraron a boxes Vettel, Alonso y Ricciardo, pero salieron en este mismo orden. Más tarde lo haría Hamilton, despreocupado en este primer tramo de la cita. Todos ellos calzaron el compuesto más blando, con el que habían partido.
Su rival, Rosberg, se hallaba bregando con los Marussia y los Caterham, y pronto tuvo que meterse en el garaje tras comprobar que su volante no funcionaba apropiadamente. Poco después Gutiérrez sumó otro abandono más por problemas mecánicos. Así las cosas, la cita la comandaba Hamilton seguido de Vettel, Alonso, Ricciardo, Massa y Räikkönen.
La segunda tanda de detenciones para los favoritos se produjo entre la vuelta 23 y la 27. Aquí los pilotos de Red Bull que montaron el neumático más duro con vistas a realizar una tercera parada y dejar un juego de blandos para el final, pero pronto cambiarían todas las estrategias.
El coche de seguridad no podía faltar
En la vuelta 31 un toque entre Sergio Pérez y Adrian Sutil destrozó el alerón delantero del primero, sembrando la pista de fragmentos de fibra de carbono. De resultas de los daños, el alemán de Sauber se retiró. Salió entonces el coche de seguridad, como en todas y cada una de las ediciones del Gran Premio de Singapur.
Mientras algunos pilotos como Magnussen o Kvyat expresaban su agonía por radio debido al caluroso clima del país asiático, pilotos como Alonso, Button o Räikkönen volvieron a pasar por boxes para calzar las ruedas duras y tratar de llegar hasta el final. Sólo Hamilton tenía pues los blandos, y si bien lideraba la carrera debía efectuar al menos una detención más.
Antes de que el coche de seguridad se marchara en el giro 37, la situación de cabeza era como sigue: Hamilton, Vettel, Ricciardo, Alonso, Massa, Bottas, Button, Räikkönen, Vergne y Magnussen. Tras relanzarse la prueba, Hamilton exhibió su ritmo para poder abrir hueco con sus perseguidores. Lo cierto es que se distanció de Vettel en más de veinte segundos, pero cuando se detuvo en la vuelta 53, a falta de sólo 8 para el final, salió tras el alemán y con Ricciardo y Alonso a su espalda.
Mientras algunos pilotos como Magnussen o Kvyat expresaban su agonía por radio debido al caluroso clima del país asiático, pilotos como Alonso, Button o Räikkönen volvieron a pasar por boxes para calzar las ruedas duras y tratar de llegar hasta el final. Sólo Hamilton tenía pues los blandos, y si bien lideraba la carrera debía efectuar al menos una detención más.
Antes de que el coche de seguridad se marchara en el giro 37, la situación de cabeza era como sigue: Hamilton, Vettel, Ricciardo, Alonso, Massa, Bottas, Button, Räikkönen, Vergne y Magnussen. Tras relanzarse la prueba, Hamilton exhibió su ritmo para poder abrir hueco con sus perseguidores. Lo cierto es que se distanció de Vettel en más de veinte segundos, pero cuando se detuvo en la vuelta 53, a falta de sólo 8 para el final, salió tras el alemán y con Ricciardo y Alonso a su espalda.
Sin embargo, poco tiempo duró la resistencia del tetracampeón del mundo, pues sus gomas empezaron a desfallecer. Un fácil adelantamiento en el giro 54 dejaba vía libre a Hamilton para asestar un volantazo a la lucha por el título. Jenson Button detuvo su McLaren en esa misma vuelta por una avería, sumando el quinto y último abandono del Gran Premio.
Finalmente Hamilton venció con holgura sobre el maltrecho Vettel, quien sí pudo mantener a raya a su compañero Ricciardo y a Alonso. Tras ellos llegó en un oasis de tiempo Felipe Massa, y finalmente un grupo compuesto por Vergne, Pérez, Räikkönen, Hülkenberg y Magnussen.
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