viernes, 28 de mayo de 2010

El elixir del mal

Hermanos, hoy el reverendo Weinor ha venido a desfogarse contra esas infamias líquidas enlatadas que nos intentan vender como refrescos. Durante un par de semanas he estado catando los distintos elixires que oferta el mercado y experimentando con mi cuerpo los efectos (y así me ha ido).

martes, 18 de mayo de 2010

El basilisco mora en mis entrañas

Hermanos, de camino a casa tras una turbia jornada, tres féminas andaban discutiendo acerca de no sé bien qué. Un impío semáforo en rojo me ha obligado a soportar alrededor de un minuto de burda cháchara en la que el 40% de las palabras eran "o sea", "¿sabes?" y "qué fuerte". Estas tres macropartículas de porquería de debajo de la alfombra han demostrado ser capaces de emplear estas tres expresiones en casi todas sus frases, hecho que me ha irritado considerablemente. Afortunadamente, al dejar atrás el semáforo hemos emprendido caminos diferentes, y he podido librarme de dar unas voces a lo Asumbawé pero en versión Lars Von Trier.

martes, 11 de mayo de 2010

El bonsái Toruk Makto

Hermanos, el 7 de mayo será recordado en la memoria colectiva como una de las jornadas más especiales de la tecnológica y ciberzórrica Edad Contemporánea. Ése fue el día en que adquirí a Toruk Makto, mi diminuto y enfermizo bonsái. Después de unos días intentando que el dichoso arbolito no la palmara, objetivo que he conseguido, me hallo en condiciones de reflexionar acerca de uno de los seres más pacíficos que existen, sólo por detrás de la estrella de mar. Me refiero, como habréis deducido los que no toméis drogas (y preocupaos si no lo habéis adivinado), al mejor amigo del hombre, el árbol.

domingo, 9 de mayo de 2010

Escena IV: El Bosque (7.ª parte)

El fuego es atenuado paulatinamente por la lluvia. Nietzsche contempla el fiambre de Pipino en tierra, atravesado por un dardo de gran tamaño. Levanta la vista y contempla a su salvador. El centauro Wilbur le acaba de salvar la vida, gracias a sus excelentes dotes de arquero. A su lado aparecen el Sargento Hartman y el Dr. Lawrence.

jueves, 6 de mayo de 2010

"Teme a la vejez, pues nunca viene sola"

Hermanos, esta inquietante frase del estafador Platón me ha llevado a realizar una breve reflexión sobre la senectud. Seguramente a Séneca no le hacía gracia que le llamaren viejales desde que nació, pero esas cosas pasan cuando uno no se elige su propio nombre. Entre eso y la cara de estreñido que se gastaba, no me extraña que fuera de cínico por la vida. Consejo para navegantes: rebautizaos a vosotros mismos; consejo para caminantes: fuera de mi camino, que llevo prisa.