Proyecto Ninjas del Infierno
El cine de serie B de Hong Kong tuvo su momento de esplendor en los años 80 y principios de los 90. Largometrajes de dudosa calidad y bajo presupuesto proliferaron como las flores en primavera. Especialmente destacada fue la temática de las artes marciales. El legendario Bruce Lee, de hecho, surgió de esta desenfrenada corriente. Pero no todo fue bueno, ni muchísimo menos. Hoy hablaremos de Proyecto Ninjas del Infierno (1985), un filme que es al cine lo que un mojón de vaca con perejil es a la gastronomía.
El argumento es bastante inconexo, y de hecho da la impresión de que se trata de una mezcla de fragmentos de dos películas completamente distintas. En un territorio indeterminado, los rebeldes tratan de hacerse con el poder batiéndose con el ejército nacional. Un clan ninja que pasa por apuros financieros es tentado por un clan rival para que se pase al bando rebelde. Uno de los miembros se posiciona en contra de esta traición y abandona el grupo, tratando de huir con su familia. Sin embargo, su esposa y él son asesinados, y sólo sobrevive su retoño. Años más tarde, mientras todavía perdura la cruenta guerra, el niño es adoptado por un oficial del ejército nacional. Y todo esto estaría bien si el niño llegase a ser algo importante o algo, pero no.
Puntuación: 2Fotograma de la absolutamente inesperada batalla final. |
Godfrey Ho, realizador hongkonés de una sorprendente trayectoria (hubo años en los que dirigía una decena de películas) especializada en los ninjas, practica aquí una de sus peores praxis: introducir escenas de sus innumerables obras previas en las películas que estaba rodando en ese momento. Por tanto, la sensación que apuntábamos en el segundo párrafo es, sencillamente, cien por cien certera. Es decir, que aunque sus filmes llegaran a estar bien realizados (que no lo estaban), los cortes e incoherencias eran notables.
Y lo peor de todo es que Proyecto Ninjas del Infierno es una mierda como una catedral en todos los aspectos. El guión no tiene sentido, hay elipsis gigantescas (es lo que tiene hacer películas a base de trozos de otras películas) y los diálogos están trufados de frases lapidarias de este nivel: "Búscate a otro. Yo no soy tan malvado como tú". Se da el caso, además, de que los personajes se llaman Jimmy, Michael, etc. Vaya unos nombrecitos para los ninjas.
El montaje, como nos podemos figurar, es paupérrimo. En una secuencia hay un hombre transmitiendo órdenes a un subordinado por teléfono. Al final de la conversación, el primero dice "¿De acuerdo?" y cuelga. Pasan tres segundos, en los que el tipo se pone a caminar y de repente se cambia de plano para ver al receptor, que teléfono en mano responde "Muy bien, correcto" y cuelga el aparato. Pero vamos a ver, cabeza de alcornoque, ¿si un diálogo telefónico es instantáneo para qué dejas tres segundos de espacio entre plano y plano?
El ritmo es tremendamente dispar. A mitad película hay un bajón que busca el sentimentalismo pero tan sólo arranca bostezos, y de pronto se pasa a un desparrame de acción donde todo sucede de forma atrotinada. Los últimos minutos, con un combate ninja que hace llorar de risa, son la guinda de un pastel deforme y putrefacto. Volteretas, humaredas y llamas tratan de disimular, sin éxito, las patentes carencias de la cinta.
La película está rodada en descampados en su mayor parte. El diseño de vestuario incorpora trajes horteras y ridículos hasta decir basta. Los soldados, que visten de verde de arriba abajo, se pegan dos hojas marrones en el casco y ya se consideran perfectamente camuflados para ir a un bosque otoñal. Los ninjas utilizan disfraces propios de un carnaval cutre. Algunos de ellos, de hecho, parecen monjas. Se calzan, además, con unas zapatillas deportivas del rastro.
Las interpretaciones de los actores son todavía peores, menos creíbles que el discurso navideño del Rey. Los ninjas gruñen como orcos y gesticulan como el polémico traductor del funeral de Mandela. Las peleas parecen compases de ballet, puesto que aquí nadie intenta golpear a nadie, y las muertes son tan poco realistas que parecen hasta paródicas. El doblaje en castellano, por cierto, está a la altura de la película, concretamente, en el aparcamiento del infierno.
Katanas de plástico que se doblan, efectos de sonido exagerados y repetitivos hasta la migraña (sólo hay un sonido para los disparos, uno para el chocar de las espadas, etc. ), todo son sorpresas bizarras en Proyecto Ninjas del Infierno. En un momento de la cinta, una veintena de ancianos aplaude desganadamente mientras se oye una ovación digna de un estadio de fútbol lleno hasta la bandera.
Llama la atención el uso masivo de bombas de humo y petardos (quizá había descuento en el chino si se compraban al por mayor), tan rematadamente descuidado que Georges Méliès, hace más de un siglo, utilizaba mejores trucos. Es todo tan basurero que se puede considerar como logro el hecho de que los títulos de crédito no se desplomen.
En una escena, un soldado llega conduciendo una camioneta sobre la que han colocado una red con hojas de camuflaje, de tal forma que cubre los laterales del vehículo. Bueno, pues el hombre detiene el automóvil y cuando intenta salir se percata de que la red obstaculiza la apertura de la puerta. De modo que se tiene que escurrir como una sabandija para poder salir. Para qué repetir la escena y corregir esos pequeños detalles.
En menos de hora y media he visto, y de forma progresiva, lo bajo que puede llegar a caer el cine. Si hubiera que hacer una lista con las peores películas de la historia, ésta figuraría en ella sin lugar a dudas. Las carcajadas, aunque involuntarias, están aseguradas.
T.O.: Ninja Masters of Death / Hong Kong / 1985 / Dirección: Godfrey Ho / Elenco: Chris Peterson, Daniel Wells, Kelly Kruize, Henry Band / Género: Acción / Duración: 83 minutos |
Anoche vi casi una hora de esta película. No terminé de verla porque ya eran las dos de la matina y cinco horas después tenía que levantarme para ir a laburar. La película es una cagada por donde la mire, pero muy divertida. Ahora buscaba críticas españolas (que me hacen reír mucho) y encontré ésta, que la verdad, logra su cometido. Me hiciste cagar de la risa. Muy bueno el blog. Hubo detalles que pasé por alto, como por ejemplo, el sonido único de los balazos o espadazos. Salu2 y gracias por el aporte.
ResponderEliminarPues te perdiste lo mejor de la peli: El apocalipsis ninja. Loulojio lo tiene subido a youtube comentado.
ResponderEliminar¿Alguien tiene información acerca del doblaje de esta película? Me refiero a los actores de doblaje.
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