viernes, 5 de septiembre de 2014

Burbujas y eructos

El siete es mi número predilecto. Es primo, presenta una silueta interesante y está recargado de una inabarcable cantidad de simbología. Las notas musicales, los colores del arco iris, los pecados capitales, los días de la semana... Su presencia en la mayoría de culturas de la Tierra es constante. En la Biblia se le califica como el número perfecto, y Jesucristo lo nombraba reiteradamente. Los siete samuráis, Seven, Ana y los siete... Qué maravilla todo.

Cada vez que mi visión periférica detecta un siete, fijo mi atención en él para averiguar de qué se trata. Así es como di con 7Up mientras hacía acopio de alimentos en un supermercado. Raudo como un lince en coche hurté una lata de dicho brebaje y me lo metí discretamente en mi capa. Nadie me hará pagar jamás por degustar algo que no sé si me gustará. Ésa es mi filosofía, y si no te gusta León ahí tienes la estación. Gaznápiro.

El objeto de mi cata.


Una vez en casa, examiné con lupa el envase. Se trataba de una tradicional lata de 330 mililitros con una alegre y atractiva decoración en tonos verdes y amarillos a base de círculos. Burbujas esbozadas de color blanco aparecían en todos los rincones de la lata. En grande, el escueto letrero que da nombre al refresco: 7 UP. El palabro inglés estaba insertado en un círculo rojo cuyo significado metafórico todavía no he acertado a descifrar. Lo único que sé es que una mascota de la bebida que se hace llamar Cool Spot.

Bajo el enorme 7 se proclama "aromas lima&limón naturales". En otro lado, "sin colorantes, sin conservantes y sin aromas artificiales". Bueno, eso está bien. Lanzo una inquisitiva mirada a la lista de ingredientes y no detecto nada anormal. Más abajo, sin embargo, detecto al Maligno: "Es un producto de PEPSI-COLA® COMPANY". ¡Rayos y centellas!

Cool Spot, la mascota oficial de la bebida.


Una leve investigación por Internet me explica que estoy ante una prolongación de la encarnizada batalla que hay entre Coca-Cola (Sprite) y Pepsi (7Up). También encuentro este texto en la página oficial del refresco, y yo destacaría la última frase por su estupidez:

7Up es la marca referente mundial en lima y limón, y el líder en España en este segmento. Un producto único por su poder refrescante y por su perfil de sabor, tanto para consumir solo como para combinar. 7Up se consume en muchos países del mundo, pero en ninguno como en España, donde ya forma parte del paisaje y la tradición de muchas de nuestras fiestas.

Juas, juas, juas. "[...] forma parte del paisaje y la tradición de muchas de nuestras fiestas", sostiene sin rubor alguno.

Pero bueno, tratándose de una bebida de limón debería gustarme, al fin y al cabo mi última cata fue positiva. Desinfecto el envase de probables orines de rata y sin más dilación dispongo un vaso con dos cubitos de hielo. Provoco el chasquido de la lata al abrirse, un sensual sonido que preludia los placeres prohibidos de los refrescos azucarados. Vierto el líquido transparente que forma una capa de espuma blanca en su parte superior y espero a que se deshaga.

Y entonces, por fin, tomo un trago. 7Up es una grata bebida gaseosa con sabor a lima y limón y con un deje amargo, wow, qué sorpresa. Muy apetecible en verano. Al ser transparente, el ascenso de las burbujas a la superficie se puede estudiar con facilidad. Paladeo con satisfacción, y eructo con más satisfacción aún. Me gusta.

He de reconocer la inapelable superioridad de 7Up sobre Sprite. Se ve que PepsiCo ha conseguido distribuir un producto potable tras intoxicar a millones de personas con su chapapote inmundo. Seguiré vigilando.

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