jueves, 18 de septiembre de 2014

Un juego letal

Battle Royale


En un futuro próximo, Japón se halla sumido en el caos. La pésima situación económica se ve agravada por una creciente ola de violencia juvenil. Para intentar reformar a la juventud, el gobierno aprueba el programa 'Battle Royale', según el cual cada año una clase de instituto es elegida al azar para que sus alumnos se enfrenten en una isla abandonada, a un cruel juego de supervivencia.

Semejante argumento, basado en la polémica novela homónima y más tarde plagiado groseramente por Los Juegos del Hambre, es el del filme Battle Royale (2000), dirigido por el prolífico realizador nipón Kinji Fukasaku (Tora! Tora! Tora!, Nueve batallas sin honor ni humanidad).

Un profesor explicando las bases del juego a los alumnos.


La idea de enviar a unos muchachos a una isla para que se maten entre sí es irresistiblemente atractiva. Y lo es más si a cada uno le toca un arma distinta, que puede variar desde una ametralladora hasta unos prismáticos. Hay algo lo suficientemente siniestro en la mente de la mayoría de personas como para que Battle Royale se haya convertido en una exitosa película de culto.

Ahora bien, si las reglas del juego quedan claras, no sucede lo mismo con la situación del país, que no está bien explicada y te puede dejar con la mosca detrás de la oreja antes de que empiece la masacre. Tampoco está claro el objetivo real del 'juego', que podría resultar contraproducente y por tanto incoherente: se le perdona la vida al ganador, que muy probablemente sea el más peligroso de todos los participantes. Por cierto, es curioso que uno de los síntomas más graves de la crisis de ese Japón distópico sea la subida de la tasa de paro hasta un desorbitante... 15%. Ver para creer.

En un reparto coral repleto de desconocidas caras jóvenes encontramos a Chiaki Kuriyami, la colegiala psicópata de Kill Bill, y al célebre Takeshi Kitano en el papel de profesor y dirigente de la batalla. Lo cierto es que la mayoría de interpretaciones son bastante mediocres, superando la línea de lo ridículo en numerosas ocasiones. En cualquier caso, encontramos en ese grupo de estudiantes todos los arquetipos propios de una clase de instituto.

Algunos estudiantes se resisten a participar y forman alianzas.


No ayuda el hecho de que haya escasas referencias al pasado de los chavales por una cuestión de tiempo. Al fin y al cabo el número de concursantes es de cuarenta. Poco a poco, sin embargo, se van perfilando los más destacados y resulta interesante ver el comportamiento crudo, libre de hipocresías, de unos seres humanos en una situación límite.

La acción en sí destaca por el 'gore' y las muertes exageradas sobremanera. A modo de manga, muchos personajes tienen el detalle de pronunciar unas palabras antes de desplomarse y segundos después de recibir unas heridas que deberían haberles matado en el acto. También se insertan rótulos propios del cine mudo con los últimos pensamientos de algunas víctimas.

Battle Royale no se toma en serio a sí misma, pero es ágil y disfrutable hasta el tramo final, momento en el que pierde fuelle. Se reserva momentos de tensión como la secuencia de la cocina del faro y provoca numerosas risas macabras. Además, y para hacerlo todo aún más retorcido, la banda sonora está compuesta de alegres piezas de música clásica. La idea principal es buena y la ejecución de la misma no está nada mal, aunque el desenlace resulte un poco flojo.



Si te olvidas de las incoherencias o puntos mal explicados, te encontrarás un entretenimiento estrafalario y descerebrado que te alegrará el día. Battle Royale es de lo mejor en su especie.


Puntuación: 6


T.O.: Batoru Rowaiaru (Battle Royale) / Japón / 2000 / Dirección: Kinji Fukasaku / Elenco: Takeshi Kitano, Tatsuya Fujiwara, Aki Maeda, Chiaki Kuriyama, Taro Yamamoto / Género: Acción / Duración: 114 minutos

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