El champán
-La tercera de Ricciardo. El australiano aprovechó por tercera vez los tropiezos de la escudería de la estrella, y sigue retratando la mala temporada de Vettel. No está demasiado lejos como para tirar la toalla, máxime si la tensión entre Rosberg y Hamilton va en aumento.
-Räikkönen volvió a brillar en Spa. El idilio del finlandés con el trazado belga no se ausentó en esta gris temporada. El 'hombre de hielo' pugnó por subir al podio en una carrera en la que por fin no tuvo percances.
-La regularidad de Bottas. No hace mucho ruido, pero sabe cómo espolear a su veloz Williams y despuntar en el tramo final. Con cuatro podios en las últimas cinco carreras, tiene el tercer puesto de la general a tiro de piedra.
El pinchazo
-Los nervios de Rosberg. Perdió dos posiciones en la salida y arruinó la carrera de un indignadísimo Hamilton. El abucheo que recibió en el podio no es nada comparado con la reprimenda que debió de recibir en el box de Mercedes.
-Lotus, de mal en peor. A estas alturas ya hay que aceptar que el año de los de Enstone es un desastre sin remedio, pero lo que no se puede tolerar es que ninguno de sus dos pilotos vea la bandera a cuadros.
-Magnussen y sus maniobras. El danés de McLaren fue la pesadilla de Alonso durante gran parte de la carrera. En las últimas vueltas se defendió del español con múltiples cambios de dirección y sacándole de la pista.
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