El sueño de Ellis
La Estatua de la Libertad dando la bienvenida a barcos atestados de gente que ha dejado atrás una Europa devastada por la Gran Guerra y que llega en busca de un futuro mejor es una imagen evocada en infinitas ocasiones por el cine. En estas reconstrucciones del periodo de entreguerras casi siempre se ha hablado de hombres o niños que acaban formando parte de la mafia, siendo Vito Corleone o Érase una vez en América los casos más populares, pero pocas veces son mujeres las protagonistas. El sueño de Ellis, dirigida por James Gray (La noche es nuestra, Two Lovers), se basa en este tema.
Dos hermanas polacas, Ewa y Magda, emigran a Nueva York en 1921. Al bajarse del barco, Magda es diagnosticada de tuberculosis e internada en cuarentena, con el riesgo de ser deportada si su salud no mejora en los próximos meses. Ewa, sola y dispuesta a cualquier cosa para salvar a su hermana, se acoge bajo la protección de un desequilibrado proxeneta.
El aspecto más atractivo de El sueño de Ellis es la recreación de la Nueva York portuaria de los años veinte, una época en la que los rascacielos no sumaban ni veinte pisos y estaba vigente la Ley Seca. El tema de la inmigración cuenta con todos sus elementos: la llegada a la Isla Ellis tras una larga travesía marítima, la revisión médica, la cuarentena, los bulliciosos callejones repletos de tenderetes, el cantante de ópera italiano... Una excelente fotografía de tonos amarillentos y turbios enmarca esta verosímil ambientación que recuerda a una clase de cine que ya no se hace.
Los actores son el otro punto fuerte del filme, con un triángulo protagonista y amoroso a cargo de Marion Cotillard, Joaquin Phoenix y Jeremy Renner. Los dos primeros interpretan personajes destrozados por dentro, cada uno a su manera, si bien la situación en las primeras escenas es totalmente distinta. La actriz francesa desprende candidez y esperanza al comienzo y languidez y suspicacia más tarde. Phoenix pasa de ser un caballero generoso y distinguido a un atormentado e inestable proxeneta. Renner encarna a un mago vivaracho y fanfarrón que complicará todavía más la situación de Ewa.
Lamentablemente, el guión no está a la altura de las hipnóticas interpretaciones del dúo principal. Aunque el interés del espectador no decae en ningún momento, no se transmite desesperación, la atmósfera no es tan desasosegante como debería. Tampoco hace grandes intentos por emocionar, es demasiado fría pese a lo sórdido de la historia. Pero no nos llevemos una impresión equivocada, estamos ante una película dramática bien hecha y más que satisfactoria.
En general se cumplen las expectativas, y sólo por las actuaciones de Phoenix y Cotillard y el aroma a cine de antaño la cinta de Gray ya merece el visionado.
Puntuación: 7
Lamentablemente, el guión no está a la altura de las hipnóticas interpretaciones del dúo principal. Aunque el interés del espectador no decae en ningún momento, no se transmite desesperación, la atmósfera no es tan desasosegante como debería. Tampoco hace grandes intentos por emocionar, es demasiado fría pese a lo sórdido de la historia. Pero no nos llevemos una impresión equivocada, estamos ante una película dramática bien hecha y más que satisfactoria.
En general se cumplen las expectativas, y sólo por las actuaciones de Phoenix y Cotillard y el aroma a cine de antaño la cinta de Gray ya merece el visionado.
Puntuación: 7
| T.O.: The Immigrant / EE.UU. / 2013 / Dirección: James Gray / Elenco: Marion Cotillard, Joaquin Phoenix, Jeremy Renner, Angela Sarafyan, Antoni Corone / Género: Drama / Duración: 117 minutos |
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