martes, 29 de julio de 2014

Los simios dominan el mundo... y la pantalla

El amanecer del planeta de los simios


Atrapado entre explosiones, peleas de criaturas extrañas y batallas multitudinarias todo ello en favor del 3D, el cine de aventuras parece estar atravesando un momento creativo complicado. No son muchas las películas de este género que aúnan la espectacularidad natural del séptimo arte con un argumento sólido y un interés en las ideas más allá del entretenimiento. No es de extrañar, por ello, que se tienda a echar la vista atrás y retomar gloriosas cintas que décadas después se mantienen como modelos del género.

Hace tres años la idea de revisar un clásico como El planeta de los simios (1968) sobre todo tras el fiasco de Tim Burton en 2001, era muy arriesgada. Afortunadamente El origen del planeta de los simios (2011) resultó un acierto en todos los sentidos. Si en la saga de los años sesenta y setenta se criticaba temas coetáneos como la guerra nuclear o la discriminación racial, esta nueva franquicia comenzó con los siniestros experimentos de las corporaciones farmacéuticas.

César se ha consolidado como cabecilla de los primates.


Su continuación, El amanecer del planeta de los simios, adopta el clima apocalíptico en el que la civilización y hasta la especie humana están entrando en un proceso de declive tras el contagio por todo el planeta de un virus letal. Diez años después de que éste saliera de un laboratorio de San Francisco, sólo pequeños grupos de personas sobreviven en un mundo en el que las máquinas han dejado de funcionar. Los simios liderados por César, en cambio, se hallan en pleno desarrollo de su joven sociedad. Su paz se verá alterada cuando a sus tierras llegan unos humanos.

Matt Reeves (Déjame entrar, Monstruoso) es quien dirige esta segunda parte, de un estilo muy distinto al de la primera. Escenarios decrépitos, más espacios abiertos y un mayor número de simios como aspectos formales, pero también más acción y el choque de culturas como eje. La antropología y la reflexión se insertan dentro del espectáculo de forma natural, de forma que el espectador puede extrapolar y comparar lo que está viendo en pantalla con los conflictos de la vida real.

Choque de especies.


El actor y especialista de la captura de movimiento Andy Serkis, célebre por papeles como Gollum o King Kong, vuelve a interpretar a César de una forma magistral. Resulta llamativo que los simios tengan una expresividad mayor que los personajes de carne y hueso, entre los que destacan Jason Clarke y Gary Oldman como rostros más conocidos. Los efectos de animación están muy logrados y parecen realistas. El hecho de que los primates se comuniquen mediante gestos (subtitulados) durante la mayor parte del tiempo no perjudica la fluidez del filme.

Encontramos ficción de buen nivel, con los tiempos bien medidos y un ritmo diversificado. Es buen cine de aventuras, sin frases lapidarias de individuos musculosos ni largas escenas de combates metidas con calzador.



Como puntos negativos, podemos resaltar que la comunidad humana es bastante sosa y no se hace ningún esfuerzo por llamar la atención del espectador, tal vez porque éste ya conozca de sobra a sus semejantes. Algunos roles trillados como son el de héroe, el de antagonista, el del líder militarista o el de pacifista están excesivamente marcados. Estos aspectos no son óbice para disfrutar de los 130 minutos de metraje, trepidante en algunos tramos.

Cualquiera habría pensado que no había espacio para esta nueva y más que decente saga tras la incontable ristra de películas y series de televisión sobre El planeta de los simios. El origen deja con ganas de ver el próximo título, quien sabe si desenlace de esta serie de 'precuelas'.


Puntuación: 7,5


T.O.: Dawn of the Planet of the Apes / EE.UU. / 2014 / Dirección: Matt Reeves / Elenco: Andy Serkis, Jason Clarke, Gary Oldman, Keri Russell, Toby Kebbell / Género: Ciencia ficción / Duración: 130 minutos

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