viernes, 18 de julio de 2014

Para los admiradores del maestro del suspense

Hitchcock


Si hay una imagen que nos viene a la cabeza cuando pensamos en el concepto "director de cine", ésa es la oronda figura de Alfred Hitchcock. La dilatada trayectoria del maestro del suspense ha dejado obras memorables, pero también ha trascendido su singular personalidad controladora y perfeccionista. Psicosis es tal vez su película más exitosa y la que más problemas acarreó, y precisamente sobre esta producción versa la reciente Hitchcock (2012).

La carrera cinematográfica de Hitchcock se encuentra en su punto álgido en 1960 cuando el realizador británico opta por abordar un proyecto insólito para un gran director: un filme de terror de baja categoría. Ningún estudio le encuentra viabilidad al proyecto, por lo que 'Hitch' decide financiarlo de su propio bolsillo. La relación con su esposa y mano derecha Alma (montadora y guionista), por otra parte, no atraviesa su mejor momento.

El célebre director y su más estrecha colaboradora.


El inglés Sacha Gervasi, que hasta la fecha sólo había dirigido un documental sobre una banda de rock canadiense (Anvil - El sueño de una banda de rock), es quien firma este relato biográfico sobre el mayor reto de Hitchcock. Muestra un retrato amable y especula con lo que pudo haber sucedido durante el rodaje de Psicosis. Es más bien un telefilme bien realizado que trata de humanizar a su protagonista antes que un psicoanálisis que ahonde en sus obsesiones morbosas.

Anthony Hopkins asume el reto de encarnar a todo un mito audiovisual, apoyado por una ingente cantidad de maquillaje. El galés realiza una digna imitación de Hitchcock, quien se presenta como esperábamos: un señor imaginativo con sus debilidades (la comida, el alcohol, las cabelleras rubias) al que le gusta espiar por entre las persianas. Junto a él se alza el carácter y la sagacidad de Alma Reville en manos de Helen Mirren.

Cine dentro del cine.


Es curioso que la vida íntima de esta pareja tenga tanto o más peso que el truculento rodaje que acometen. El personaje de Alma, siempre a la sombra de su esposo en la vida real, tiene aquí la misma relevancia que él. Por otra lado encontramos a actores que interpretan a quienes participaron en la influyente película, con los que guardan cierta semblanza física: Scarlett Johansson como Janet Leigh, Jessica Biel como Vera Miles o James D'Arcy como Anthony Perkins. Sobresale la naturalidad de Johansson en la piel de la encantadora actriz.

Aunque se tocan temas como la confrontación con la censura, uno tiene la sensación de que en 98 minutos podrían haberse aprovechado más leyendas urbanas sobre el rodaje de Psicosis. Ni siquiera se menciona que una de las actrices que intervinieron en la obra, si bien sólo por una escena, era la propia hija de Hitchcock, Patricia. Hay que reconocer, no obstante, que si Hitchcock estuviese  más enfocado hacia estos aspectos sería un desplante más a la figura de Reville.



El filme de Gervasi no es una gran obra pero cumple con las expectativas. Al fin y al cabo, ningún relato biográfico es mejor que la realidad, mucho menos una película sobre un director estrella de Hollywood. Como demuestran los continuos guiños hacia Con la muerte en los talones, Los pájaros, Vértigo y los intérpretes que trabajaron para Hitchock, esta cinta está dirigida a los admiradores del realizador londinense y a los conocedores de su prolífico legado.


Puntuación: 7


T.O.: Hitchcock / EE.UU. / 2012 / Dirección: Sacha Gervasi / Elenco: Anthony Hopkins, Helen Mirren, Scarlett Johansson, James D'Arcy, Jessica Biel / Género: Drama / Duración: 98 minutos

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