martes, 7 de abril de 2015

Notable despedida de Deponia

Goodbye Deponia


Historia

La singular aventura comenzada en La fuga de Deponia y continuada en Caos en Deponia llega a su fin aquí. De la mano de Daedalic Entertainment, Goodbye Deponia salió al mercado a finales 2013, casi un año y medio después de que el primer título de la serie viera la luz.

Una breve introducción al inicio del juego nos refresca los hechos acaecidos en las dos entregas precedentes. Rufus, el patoso y engreído antihéroe de esta historia, continúa en su afán por llegar al paradisíaco Elíseo y evitar, por añadidura, la destrucción de su planeta-vertedero Deponia. El enfrentamiento entre las tropas del Organon y la peculiar resistencia deponiana alcanzará su punto álgido en el desenlace de la trilogía.

Goal y Rufus volverán a formar una inusual pareja.

El Organon se está preparando para la destrucción de Deponia.


Si los viajes en el tiempo y el desdoblamiento de personalidades de Goal sorprendieron, Goodbye Deponia nos trae situaciones todavía más increíbles. El guión de esta tercera parte es más dinámico y asombroso.

Personajes conocidos y nuevos vuelven a alcanzar altas cotas de lo bizarro, siempre con un humor azabache y sin temor a caer en lo políticamente incorrecto. El final, arriesgado y valiente (aunque para mí agridulce) es la prueba definitiva de que los Deponia no son juegos cualesquiera.

'Point-and-click' en estado puro.

El inventario.


Jugabilidad

Nuevamente estamos ante una aventura gráfica en formato 'point-and-click'. Ratón en mano iremos decidiendo con quién hablamos y qué objetos recogemos o accionamos. La rueda del ratón despliega el inventario, en el que vamos almacenando toda aquella basura que Rufus considera útil. El sistema es muy intuitivo y práctico, quizá lo único fácil de Goodbye Deponia.

Nos esperan complicados puzles basados fundamentalmente en combinar objetos y utilizarlos en el contexto apropiado. Las soluciones son tan imaginativas como nuestro alocado protagonista. Nos atascaremos alguna que otra vez, momentos en los que conviene repasar los largos e hilarantes diálogos de Rufus con los otros personajes para extraer pistas. Presionando la tecla espacio aparecerán resaltados los elementos interactivos de cada escenario, herramienta muy útil contra los despistes.

La trama será más sorprendente que nunca.

No faltarán los ornitorrincos.


Con la misma interfaz y fórmula que sus predecesores, Goodbye Deponia presenta un guión más ágil y situaciones más dinámicas. Hay más minijuegos y más variados que nunca. Por otra parte, con sus trece horas de duración, es con diferencia el título más largo de los tres.


Cuestiones técnicas

Lo más llamativo de esta última entrega de Deponia vuelve a ser el sensacional diseño gráfico, con escasas innovaciones técnicas. Los escenarios dibujados a mano están llenos de color y de detalles, algo que contrasta con la sencilla pero expresiva animación de los personajes.

Bromeando sobre la esclavitud y la pederastia sin ningún tipo de reparo.

Los decorados están representados con un vivo cromatismo.


El apartado sonoro sigue fiel a la tradición, con un amplio y coherente abanico de efectos y una banda sonora que combina fanfarrias épicas, las cómicas composiciones de un trovador y unas discretas melodías de acompañamiento. Eso sí, aunque está anunciado no ha llegado todavía el doblaje al castellano, ni siquiera en forma de subtítulos.


Conclusión

Daedalic Entertainment despide una de las mejores aventuras gráficas de estilo clásico de los últimos años. El título final ofrece más y mejor respecto a sus dos predecesores, a los que gana en duración, entretenimiento y disparates. El ingenio plasmado en toda la obra es digno de ser reconocido.


Puntuación: 7,5

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