El último vuelo de Miyazaki

El viento se levanta

Cuesta asimilar la retirada de Hayao Miyazaki, uno de los mayores maestros del cine de animación. El autor de El viaje de Chihiro, La princesa Mononoke, Mi vecino Totoro y otras grandes películas anunció su retirada tras presentar El viento se levanta (2013), una obra que curiosamente distanciada del tono habitual en el trabajo de Miyazaki.

El viento se levanta repasa la juventud de Jiro Horikoshi, el famoso y brillante ingeniero japonés que diseñó entre otros modelos el caza Zero. Incapaz de alcanzar su sueño de convertirse en piloto debido a la miopía, Jiro trabaja para la visión aeronáutica de Mitsubishi en una época convulsa y de guerra inminente.

El personaje principal habla en sueños con su ídolo.

A modo de drama biográfico, el filme nos introduce en un contexto histórico complicado. La crisis económica, las epidemias y el belicismo arrollan la pasión del protagonista por surcar los aires, pasión que comparte el propio Miyazaki (El castillo ambulante, Porco Rosso). Pero en El viento se levanta se exhibe una gran destreza para pasar de las situaciones más espectaculares (sirva de ejemplo un terremoto devastando Tokio) a los momentos más intimistas.

Por primera vez en su filmografía, la imaginación desbordante del director queda atrapada por los límites realistas de la cinta. No hay brujas, monstruos animales parlantes ni nada que se les parezca. La cuota de surrealismo y fantasía queda reducida a un puñado de diálogos oníricos entre el protagonista y un pionero italiano de la aviación.

La película alberga una historia de amor.

Con un carácter sereno y un poco trágico, El viento se levanta va progresando con el amor como motor. Hay que decir que lo concerniente a la vida privada de Horikoshi es fruto de la ficción, pero los personajes están bien dibujados en ambos sentidos. Quizá le falte al conjunto un poco más de empuje y le sobren minutos de metraje, pero del cine de Miyazaki uno no quiere despedirse nunca.

La animación, con el sello de garantía del Studio Ghibli, es excelente. Sorprende la plasmación del movimiento por su naturalidad, así como la contraposición cromática: colores vivos en los espacios naturales y rurales, grises y marrones en las grandes urbes; gamas cálidas en los momentos alegres y emotivos, frías para los tristes. Las imágenes vienen acompañadas en perfecta simbiosis por una notable música de Jose Hisaishi.

Sin ser una de las obras mayores de Miyazaki, El viento se levanta supone una admirable despedida en la que un álter ego retrata sus obsesiones de siempre pero desde un tono más comedido.

Puntuación: 7,5

T.O.: Kaze tachinu / Japón / 2013 / Dirección: Hayao Miyazaki / Elenco: Animación / Género: Drama / Duración: 125 minutos