sábado, 28 de diciembre de 2013

El final de la película sí que es un atentado

Déjà Vu


Cuando uno piensa en un héroe de película, es cuestión de segundos que se le cruce por la mente el nombre de Denzel Washington. Policía, piloto de aviones, maquinista de metro... muchas son las profesiones de los heroicos personajes a los que ha encarnado. Déjà Vu (2006) es una de las cinco colaboraciones del actor con Tony Scott (Top Gun, Asalto al tren Pelham 123).

Una explosión en un ferry de Nueva Orleans deja cientos de muertos. Un agente del FBI (Washington) descubre que se trata de un atentado terrorista. Por su perspicacia es invitado a formar parte de un equipo de investigación que usa una enigmática máquina capaz de recrear el pasado hasta los detalles más recónditos. ¿O acaso puede hacer algo más?

Un sofisticado mecanismo permite un espionaje de una eficiencia nunca antes vista.


Déjà Vu muestra varios detalles que la diferenciaron de la producción cinematográfica del Hollywood de hace unos años. En primer lugar, estaba ambientada en la Nueva Orleans post Katrina, no en Nueva York o Los Ángeles como es costumbre. En segundo lugar, el terrorista no sólo no es extranjero y para más señas musulmán, sino que se trata de un 'ultrapatriota' estadounidense interpretado por Jim Caviezel (quien curiosamente venía de representar a Jesús en La Pasión de Cristo de Mel Gibson). Val Kilmer, por su parte, actúa como el jefe del peculiar departamento policial. Los tres protagonistas masculinos ofrecen buenas interpretaciones.

Una atmósfera de intriga se irá disipando en favor de la ciencia ficción a lo largo de dos horas. El aparato en torno a la que gira la película, capaz de realizar proezas que no revelaremos aquí, es demasiado prodigioso, y por ende poco verosímil. Aún así, la cinta se deja ver perfectamente y Scott sabe mantener la tensión.

Surge la posibilidad de viajar al pasado para evitar el atentado.


Algunas situaciones forzadas (por ejemplo, el enamoramiento a primera vista del protagonista por una de las víctimas) empiezan a dar mala espina, pero la verdadera catástrofe llega con el final. Incoherente de gravedad, estropea lo que podría haber sido una película mucho mejor. Probablemente, la realidad del momento en EE.UU. y concretamente en la arrasada Nueva Orleans invitaba a evitar finales crudos.

En Déjà Vu observamos fenómenos tan interesantes y perennes en el tiempo como la hipervigilancia   policial a los ciudadanos anónimos o los viajes a través del tiempo. ¿Existen las realidades paralelas? ¿Se puede cambiar el futuro? Desafortunadamente, en el transcurso de este filme no hay cabida para la reflexión, sólo para la intriga y la acción.



Con todo lo expuesto, podemos sentenciar que esta cinta de Tony Scott es un entretenimiento más que aceptable. Comercial pero con algunos toques de diferenciación. Propuesta interesante y con buen elenco. Las incoherencias, en especial las del ridículo desenlace, empañan el conjunto. El auténtico 'déjà vu' es ver a Denzel Washington haciendo de salvador una vez más.


Puntuación: 6



T.O.: Déjà Vu / EE.UU. / 2006 / Dirección: Tony Scott / Elenco: Denzel Washington, Val Kilmer, James Caviezel, Paula Patton / Género: Thriller / Duración: 128 minutos

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