jueves, 24 de septiembre de 2015

Un vuelo a evitar

Perdidos: El Videojuego


Historia

En la época dorada de la ficción televisiva que estamos viviendo desde hace una década hay lugares destacados para aquellas series que, como Juego de Tronos a día de hoy, mueven una cantidad de seguidores incomensurable en todo el mundo. Perdidos, estrenada hace once años, fue uno de los casos más significativos de este fenómeno social, suscitando una adicción que frisaba en lo insano en numerosos países.

Aprovechando este enorme tirón, Ubisoft acometió el traslado de la serie al universo de los videojuegos. El resultado, conocido internacionalmente como Lost: Via Domus, fue presentado en 2008, meses después del estreno de la cuarta temporada.

4 8 15 16 23 42.

Reviviremos Perdidos desde el primer momento.


Aquí encarnaremos a un nuevo personaje que se introduce en el mundo diseñado por J.J. Abrams. Elliot Maslow es un fotógrafo que toma parte en en vuelo Oceanic 815 y sufre amnesia después del accidente. Cuando un individuo le ataca en busca de su cámara, Elliot tratará desesperadamente de recordar. Esta nueva subtrama encaja correctamente en la catarata de historias que encierra la serie.

Ser seguidor de Perdidos es obviamente un requisito indispensable para entender y poder disfrutar del título de Ubisoft. Via Domus es muy fiel al material original, y resulta muy estimulante interactuar con los personajes de sobra conocidos. De esta forma Jack y Sayid desconfiarán de nosotros, Sawyer nos pondrá motes, Locke se mostrará tan enigmático como siempre y Hurley nos interpelará con su habitual "¡tío!".

El protagonista no recuerda ni su nombre.

Hablaremos con los supervivientes del vuelo Oceanic 815.


Jugabilidad

Si yo hubiese de concebir Perdidos: El videojuego, pensaría en un 'sandbox' en el que pudiéramos visitar a nuestro antojo la isla y en el que nuestras decisiones decantasen al protagonista hacia un destino u otro. En lugar de eso aquí encontramos una aventura lineal con búsqueda y uso de objetos. El jugador se convierte casi en espectador dada la naturaleza del juego, que alberga muchas escenas cinemáticas, algunos rompecabezas, escasa acción y una pizca de exploración.

Los objetos que podemos recoger son en su mayoría comida y libros que podemos canjear con Sawyer y compañía para obtener los elementos necesarios para avanzar en la historia. Fuera de este trueque los objetos no nos servirán de nada, ya que no tenemos necesidades fisiológicas que satisfacer. La pistola, por ejemplo, sólo podremos sacarla de la mochila en los momentos indicados.

Internarse en la selva tiene sus peligros.

El parecido con los actores es impresionante.


La monotonía general se pretende romper con el uso de antorchas en zonas oscuras, un par de fases de huida en los que hay que esquivar los obstáculos del camino o un minijuego en el que hay que ajustar el zoom y el enfoque de la cámara para tomar una foto adecuada. Todos los rompecabezas siguen el patrón de los paneles eléctricos, en los que deberemos insertar fusibles de manera que la energía sea conducida con la potencia necesaria a cada zona.

Los peligros de la isla están conformados por el estremecedor humo negro, que nos obligará a escondernos y los moradores humanos. Los Otros aparecen armados pero con una puntería infame e incapaces de desplazarse, representando una amenaza nula. Los NPC estáticos serán de hecho una constante en Via Domus, puesto que también nuestros compañeros están relegados a posturas fijas a lo largo de los escenarios.

El humo negro nos incordiará de vez en cuando.

El puzle más común.


En favor de Ubisoft hemos de apuntar la capacidad de inmersión del juego, en el que personajes y localizaciones son los conocidos. Abundan los guiños a la serie, como la estructura en forma de capítulos con resúmenes ("En episodios anteriores...") y analepsis o el hallazgo de detalles de la serie: uno oso polar en una cueva, una vieja furgoneta abandonada, un CD de Driveshaft, etc.

Ahora bien, Perdidos: El videojuego es terriblemente lineal y se puede resolver en apenas cinco horas. La jugabilidad no representa ningún desafío y sí algún que otro momento tedioso, por lo que las ganas de rejugarlo son inexistentes.

El campamento de los supervivientes en la playa.

Los 'flashbacks' nos harán recordar quién somos.


Cuestiones técnicas

La pobreza de las texturas queda bien disimulada tanto en los exteriores (la playa, la jungla) como en los interiores (la famosa escotilla, las cuevas, el barco de madera). En los modelados de los personajes encontramos el aspecto más logrado de todo el juego, con rostros fotorrealistas fantásticamente conseguidos (salvo un par de excepciones como Desmond).

El problema es que en cada zona no hallaremos ni cinco personajes y las animaciones de éstos son mínimas: encontraremos a Kate sentada en la playa, a Jin o a Sun agazapados, a Hurley de pie sin hacer nada... Los escenarios apenas invitan a la exploración, siendo en realidad simples pasillos que conectan dos puntos de acceso a otras localizaciones.

Osos polares en una isla del Pacífico...

La Roca Negra.


El sonido es otro de los exiguos puntos fuertes de Via Domus, principalmente por contar con los actores de la serie para dar voz a sus respectivos personajes. Esto incluye también a la gran mayoría de dobladores de la versión española. La música es asimismo la original de Michael Giacchino, circunstancia que es de agradecer.


Conclusión

La recreación es bastante buena, pero en un videojuego lo primordial es la diversión. Causa verdadero pasmo que se haya producido un juego tan simple a partir de un producto tan complejo como es Perdidos. Breve, limitado y poco ameno, Via Domus sólo es recomendable a los fanáticos de la serie televisiva.


Puntuación: 5

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