Easy Rider (Buscando mi destino)
Siempre me han gustado las 'road movies' o películas de carretera, con esos viajes casi iniciáticos en los que uno toma contacto con aspectos de la vida desconocidos e incluso llega a conocerse a sí mismo. Estos trayectos, en los que tiene un peso esencial la atmósfera, suelen estar sembrados de microrelatos y variopintos personajes de paso.
Si todos estos aspectos están logrados, el filme puede dejar una honda impronta en el espectador. Hoy abordaremos Easy Rider (1969), una de las 'road movies' más populares y considerada de culto. Dennis Hopper (Caído del cielo, Colors: colores de guerra) debutaba en la dirección al tiempo que escribía el libreto y protagonizaba la cinta junto a Peter Fonda.
Dos jóvenes motoristas de Los Ángeles que trafican con drogas deciden cruzar el país en sus 'choppers' hasta Nueva Orleans para asistir a la fiesta de Mardi Gras. Personajes de lo más estrafalario serán sus ocasionales compañeros de viaje.
Como si de dos antiguos vaqueros se tratase, Billy y Wyatt (nombres de 'cowboy' por excelencia) ocupan el día atravesando praderas y desiertos mientras que de noche encienden hogueras y duermen al raso. Eso sí, a lomos de dos motos y con importantes colocones nocturnos. Marihuana, alcohol, ácido... toda sustancia es susceptible de ser consumida al calor del fuego.
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| Jack Nicholson en un importante papel secundario. |
Las aventuras de esta pareja interpretada por Peter Fonda y Dennis Hopper son, sin embargo, bastante tediosas. Hablan poco y generalmente sin sustancia, producto del consumo de drogas. La presencia de Jack Nicholson como un abogado borrachín da otro aire al conjunto pero no basta para mantenerlo a flote. Realmente no suceden muchas cosas interesantes a lo largo de hora y media.
Se muestra la faceta más conservadora de Estados Unidos, aquel segmento de población en la que subyace un rotundo rechazo a los modelos de vida alternativos. El racismo, la homofobia y cualquier modo de discriminación aparecen como el producto del miedo a lo desconocido. El mensaje, tal vez un poco exagerado, está bien pero precisa de un atractivo envoltorio en forma de historia que no tiene.
El montaje exhibe ciertas peculiaridades, como las transiciones a ráfagas o una enloquecedora secuencia que ilustra un cuelgue de LSD. La banda sonora comprende temas emblemáticos de Steppenwolf, The Byrds o Jimi Hendrix, sin duda lo mejor de la cinta.
Se muestra la faceta más conservadora de Estados Unidos, aquel segmento de población en la que subyace un rotundo rechazo a los modelos de vida alternativos. El racismo, la homofobia y cualquier modo de discriminación aparecen como el producto del miedo a lo desconocido. El mensaje, tal vez un poco exagerado, está bien pero precisa de un atractivo envoltorio en forma de historia que no tiene.
El montaje exhibe ciertas peculiaridades, como las transiciones a ráfagas o una enloquecedora secuencia que ilustra un cuelgue de LSD. La banda sonora comprende temas emblemáticos de Steppenwolf, The Byrds o Jimi Hendrix, sin duda lo mejor de la cinta.
En su día pudo sorprender por lo que contaba y cómo lo hacía, pero casi medio siglo después Easy Rider se ha quedado en una película trasnochada y falta de ritmo. Después de su precipitado desenlace uno se queda con una sensación de vacío, de haber perdido el tiempo.
Puntuación: 5
| T.O.: Easy Rider / EE.UU. / 1969 / Dirección: Dennis Hopper / Elenco: Dennis Hopper, Peter Fonda, Jack Nicholson, Karen Black, Antonio Mendoza / Género: Drama / Duración: 94 minutos |
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