viernes, 5 de junio de 2015

Encantado de regresar a la Tierra Media

LEGO: El Hobbit


Historia

La alianza de Traveller's Tales con LEGO ha devenido en una profusa producción con un ritmo de un título al año, y cualquier franquicia cinematográfica de éxito (Indiana Jones, La Guerra de las Galaxias, Piratas del Caribe, etc.) es suceptible de tener su propia entrega. Ya valoramos muy positivamente el trabajo del estudio británico en la reconversión de El Señor de los Anillos (2012) al universo de las piezas de plástico, hasta el punto de afirmar que se trataba del mejor videojuego que se había realizado hasta la fecha sobre la obra de J.R.R. Tolkien. 

La adaptación cinematográfica de El Hobbit lógicamente desató unos rumores que luego se confirmaron: TT Games reinterpretaría las aventuras de Bilbo y compañía desde la peculiar perspectiva de sus muñecos. LEGO: El Hobbit llegó en abril de 2014, meses antes del estreno de la tercera película de la saga. 

Thorin necesita la Piedra del Arca para reinstaurar su reinado.

La Montaña Solitaria alberga formidables tesoros.


El juego revive los dos primeros filmes, Un viaje inesperado y La desolación de Smaug, y si bien se reservaba La batalla de los cinco ejércitos para un DLC, hace unos días se confirmó la cancelación de dicho proyecto. Esta decisión supone un corte brusco en el desarrollo del argumento, de modo que nuestras andanzas concluyen justo cuando los enanos capitaneados por Thorin Escudo de Roble arriban a Erebor.

Pese a la ausencia de un desenlace, hay que reconocer la labor de Traveller's Tales en la fidelidad a los filmes. Todos los momentos espectaculares de éstas tienen su eco en frenéticas misiones. Orcos, trolls, arañas y hasta gigantes de las Montañas Nubladas se interponen en nuestro camino hacia la Montaña Solitaria



Radagast el Pardo puede curar animales enfermos.

Ciclos de día y noche, lluvia, nieve...


Tan desenfadado como todos los títulos de LEGO, en El Hobbit opera un sentido del humor caricaturesco e incesante del agrado de todos los públicos. Predominan los gags físicos y las situaciones absurdas al servicio de la parodia.


Jugabilidad

Como de costumbre, esta entrega de Traveller's Tales consiste en aprovechar las habilidades únicas de nuestros personajes, acabar con los enemigos, hacer añicos el entorno, recoger objetos y construir imaginativos mecanismos para avanzar hasta un determinado punto. Algunos elementos como el disparo en tercera persona o los 'quick time event' (pulsar la tecla precisa en el momento indicado) ganan presencia.

Fases de acción agitada, incluso en caída libre.

Los gigantes de piedra... o de piezas de plástico.


Jugando LEGO: El Hobbit uno consigue lo que a duras penas se logra leyendo la novela y viendo las películas: aprenderse los nombres de los compañeros de Thorin. Esto es debido a que cada personaje cuenta con características y habilidades únicas. Por citar algunos ejemplos, Kili dispone de un arco, Bofur puede extraer minerales y Dwalin es capaz de despejar objetos pesados de un golpe. En el juego hay alrededor de cien personajes.

El norte de la Tierra Media como mundo abierto nos depara muchas aventuras en las que se combinan la acción, los puzles y en menor medida las plataformas. Unos cuantos minijuegos representan acciones especiales tales como pescar, forjar objetos o extraer botín de las menas.

Parodiando a Thranduil, señor del Bosque Negro.

Los enanos, transitando los rápidos dentro de barriles.


La una vez más escasa innovación se traduce en dos aspectos principales. En primer lugar, la colaboración en equipo, consistente en la unión física de dos personajes en pos de lanzar golpes destructivos o formar una escalera subiéndose unos encima de otros. En segundo lugar, la recolección de materiales mediante la destrucción de los elementos de los escenarios, al margen de las clásicas monedas. Acumulamos así tablones de madera, comida, metales o piedras preciosas necesarios para construir determinados objetos.

A lomos de caballos, huargos o burros podemos recorrer desde los Puertos Grises hasta Erebor. Las águilas nos obsequiarán con espectaculares viajes rápidos por los aires. Recorrer el mapa nos permitirá acceder a las misiones y completar una larga lista de objetos coleccionables que se desbloquean conforme superamos niveles.



Cruzando el Lago Largo en barco.

La agilidad de los elfos les permite trepar y escalar.


A diferencia de la adaptación de La LEGO película, que fue el título anterior a El Hobbit, aquí observamos una vasta duración, con 16 misiones que suponen unas diez horas. Tremendamente adictivo, el juego nos invitará a buscar el 100%, un objetivo que precisa de cuarenta horas aproximadamente. La dificultad no presenta grandes desafíos salvo en los combates con los jefes finales y alguna fase aislada, en las que necesitaremos de nuestra pericia.

El tradicional modo multijugador sigue siendo cooperativo (dos jugadores) y local. La incorporación de un sistema en línea es la gran tarea pendiente de Traveller's Tales en los juegos de esta franquicia.

Las águilas nos ayudan a viajar de forma rápida.

Un poder maligno está resurgiendo en el norte.


Cuestiones técnicas

LEGO: El Hobbit regresa a la integración clásica de las edificaciones a base de piezas sobre las texturas realistas de los paisajes. El patrón son las películas de Peter Jackson, y lógicamente tanto los personajes como los entornos son fácilmente reconocibles. La Tierra Media, con su amplio abanico de localizaciones, se presenta impecable a escala.

Llama la atención la expresividad facial de los muñecos de plástico, así como el trabajo en iluminación. El apartado gráfico está muy cuidado, con cambios en el clima y ciclos de día y noche, pero no llega a entusiasmar debido al estreno previo de El Señor de los Anillos, con el que comparte estética.

Las zonas de la Tierra Media disponibles.

El dragón Smaug custodia Erebor.


La música de Howard Shore y los diálogos de las películas perfectamente implementados son dos garantías más que suficientes de la calidad del audio. Los efectos sonoros siguen funcionando a la perfección.


Conclusión

Más grande y complejo que entregas anteriores, LEGO: El Hobbit es una firme demostración del buen hacer de TT Games. Las pequeñas aportaciones enriquecen una fórmula exitosa e inagotable. En el lado negativo hay que lamentar la ausencia de la parte final de la trilogía y la restricción del modo multijugador a la pantalla dividida.


Puntuación: 8

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