Nómadas por el cosmos

Interstellar

Ciertas películas suponen una pesada losa que se echa encima de cualquier filme nuevo que destaque y que guarde cierto parecido con ellas. En el género de la ciencia ficción, el caso de 2001: Una odisea del espacio (1968) es paradigmático. Cualquier cinta de temática espacial que se estrene será comparada con la obra maestra de Kubrick en una batalla cuyo resultado está predefinido.

Este año le ha tocado el turno a la última obra de Christopher Nolan (Origen, El caballero oscuro), probablemente el cineasta actual que mejor sabe combinar el cine de autor con los éxitos de taquilla. Respaldado por el asesoramiento de prestigiosos científicos, el director británico nos propone una singular epopeya por el cosmos.

¿Qué habrá más allá del Sistema Solar?

En un futuro no muy lejano, la vida humana está llegando a un punto crítico. Las cosechas son cada vez peores, y constantes tormentas de arena azotan la superficie de la Tierra. Un granjero, antiguo miembro de la ya desaparecida NASA, recibe una arriesgada propuesta: pilotar una nave para buscar un futuro para la especie en otra galaxia.

Nolan adopta en Interstellar el tono pausado de la ciencia ficción genuina, aquella que va más allá de la acción ambientada en el espacio. No por ello se deja a un lado el espectáculo. Se trata de una producción enorme con una potente carga visual y momentos memorables. Cómo olvidar ese teseracto que parece extraído de un relato de Borges.

En busca de un nuevo hogar para la humanidad.

Matthew McConaughey encabeza un reparto plagado de rostros conocidos. Anne Hathaway le acompaña en su misión por el espacio, en la que se encontrarán a Matt Damon. Jessica Chastain y un Michael Caine que vuelve a participar en un filme de Nolan estarán en contacto con ellos desde la Tierra. Como cabe suponer, las interpretaciones son más que correctas. Eso sí, hay un par de momentos en los que el espectador echaría a un agujero negro a la doctora Hathaway de buen grado.

En Interstellar se pueden encontrar guiños o similitudes con otras obras importantes de la ciencia ficción en el cine, como Contact, Encuentros en la tercera fase o, cómo no, 2001: Una odisea del espacio. La cinta contiene todos los ingredientes propios de una buena aventura por el cosmos, de forma que traslada al espectador sin fatiga durante casi tres horas. La exploración espacial viene acompañada de una exploración interior de los personajes en la que se desgranan temas más personales como la relación entre padres e hijos.

Hay algunos detalles que chirrían un poco, si bien no deslucen el asombroso acabado final. Los personajes confeccionan unas explicaciones técnicas dirigidas de forma descarada a los espectadores. Estas explicaciones, mucho más necesarias aquí en otras películas de Nolan como Origen, versan sobre temas poco asequibles para el público general: la relatividad, los agujeros negros, las cinco dimensiones, etc. Estas cuestiones exigen casi la fe del espectador. No es una cuestión baladí, dado que aquí las tramas importan menos que las teorías desplegadas.

Nolan ofrece una vez más un espectáculo grandioso sujeto a grandes riesgos. El resultado es cautivador y muy completo. Conviene no caer en comparaciones que no conducen a nada y simplemente disfrutar.


Puntuación: 8

T.O.: Interstellar / EE.UU. / 2014 / Dirección: Christopher Nolan / Elenco: Matthew McConaughey, Anne Hathaway, Matt Damon, Michael Caine, Jessica Chastain / Género: Ciencia ficción / Duración: 169 minutos