martes, 26 de agosto de 2014

Crimen ante la mirada de la Esfinge

Muerte en el Nilo

La plácida travesía de un lujoso barco fluvial por el Nilo se ve alterada por el asesinato de uno de sus pasajeros, una acaudalada heredera estadounidense. Una decena de personas son sospechosas del crimen, cuya investigación corre a cargo del afamado detective belga Hércules Poirot.

Tal es el argumento de Muerte en el Nilo (1978), a todas luces adaptación cinematográfica de la novela homónima de Agatha Christie. John Guillermin (El coloso en llamas, King Kong de 1976) asume la dirección de un filme que pretendía aprovechar el éxito de Asesinato en el Orient Express, estrenada cuatro años antes.

El singular pasaje del barco en el momento de zarpar.


Rodada en Egipto, la cinta deleita con un tour por las estampas más turísticas del fascinante país africano. La Esfinge, las pirámides, los templos de Abu Simbel y Karnak son visitados por los personajes a modo de crucero a lo largo del Nilo.

El reparto del filme es sensacional, con nombres de la talla de Peter Ustinov, Bette Davis, Mia Farrow, David Niven, Angela Lansbury o Maggie Smith. Destaca Ustinov en la piel de Poirot, probablemente la mejor interpretación del detective en sus innumerables apariciones en pantalla. Los pasajeros del Karnak son excéntricos y pintorescos, quizá demasiado. Las clases altas quedan retratadas en su ranciedad e hipocresía. La película prescinde, eso sí, de los tintes políticos pro británicos de la obra literaria original.

Excepcional Ustinov como Hércules Poirot.


Todos ellos tienen motivos para haber pergeñado el asesinato, ya sea por cuestiones económicas o morales. La antigua mejor amiga y prometida del actual esposo de la víctima, un codicioso abogado que aspirar a administrar los bienes de la difunta, una criada esclavizada, una escritora demandada por difamación...

La atmósfera de Muerte en el Nilo es la de la habitual tensión de las novelas de Christie. Se adapta el clásico esquema que describe primero a los personajes antes del crimen, reconstruye después los hechos con todas las posibilidades y acomete por último la resolución del misterio. Todo ello con alguna que otra sorpresa por el camino. Invita al espectador a jugar a los detectives en compañía de Poirot y su amigo el coronel Race.



A nivel técnico destacan la cálida fotografía de Jack Cardiff, la delicada partitura de Nino Rota y el montaje, especialmente cuando se reformula la escena del crimen con cada uno de los sospechosos. No se hace pesada pese a las reiteraciones, y el momento del clímax funciona correctamente.

El largometraje de Guillermin es un disfrutable rompecabezas que traslada al cine de forma magistral la esencia de los libros de Agatha Christie con sus virtudes y sus defectos. Un clásico del género detectivesco.


Puntuación: 7,5


T.O.: Death on the Nile / Reino Unido / 1978 / Dirección: John Guillermin / Elenco: Peter Ustinov, Mia Farrow, Bette Davis, David Niven, Angela Lansbury / Género: Intriga / Duración: 140 minutos

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