La incorporación de mejoras en muchos equipos no ha evitado la abrumadora superioridad en Barcelona de los Mercedes, que encadenan una racha de cuatro dobletes. Lewis Hamilton logró la victoria sobre Nico Rosberg en un ajustado final y se erige como nuevo líder del campeonato. Tras ellos, Ricciardo cosechó el primer podio de su carrera en la Fórmula 1. Le siguieron su compañero Vettel, que protagonizó una notable remontada, Valtteri Bottas y los Ferrari de Alonso y Räikkönen.
La carrera del Gran Premio de España presentó escasos cambios de posiciones en los puestos de puntos, al menos hasta los compases finales. En la salida Bottas adelantó a Ricciardo para situarse tercero, mientras que Alonso trataba de acometer sin éxito a su compañero. Pastor Maldonado, que partía penúltimo, recibió un 'stop and go' de cinco segundos por haber provocado una colisión con el Caterham de Ericsson.
Pronto volvió a quedar patente que Mercedes ha diseñado un monoplaza a años luz del resto de escuderías, y Hamilton y Rosberg se alejaron de los demás con un ritmo inalcanzable. Los pilotos, con la excepción de Vettel, apostaron por adelantar en el paso por boxes en detrimento de las luchas en pista. Así lo hizo Ricciardo con Bottas, en pugna por el último escalón del podio.
Entre las vueltas 13 y 22 se produjeron las paradas, con la particularidad de que Rosberg apostó por una estrategia distinta a la de Hamilton. El alemán montó el compuesto duro con vistas a tener el blando en las últimas vueltas e intentar un asalto con ventaja sobre el inglés.
En la vuelta 26 Räikkönen consiguió hacerse con la quinta posición de Grosjean, que iba perdiendo velocidad progresivamente. En el giro siguiente, el francés perdió su plaza con Alonso. Los adelantamientos aparecían con cuentagotas, y el espectáculo brillaba por su ausencia.
La estrategia como arma principal
Mediada la prueba, Hamilton lideraba con una tenue distancia de cuatro segundos sobre Rosberg. A 24 segundos rodaba Ricciardo, seguido de Bottas, Räikkönen, Alonso, Grosjean, Vettel, Hülkenberg y Pérez. Aquí hubo división de estrategias. Mientras algunos pilotos como Alonso y Vettel apostaban por las dos paradas, otros como Bottas o Räikkönen escogieron tres cambios de ruedas. La degradación de los neumáticos fue notable.
Sólo hubo dos abandonos. Jean-Eric Vergne se metió en el garaje en la vuelta 35 por un problema con el escape de su Toro Rosso. Kamui Kobayashi haría la propio en el giro siguiente por rotura de los frenos.
Cuando restaba un tercio de la carrera, Rosberg empezó a recortarle tiempo a Hamilton hasta situarse a poco más de un segundo. El alemán contaba con las ruedas blandas, mientras que el campeón de 2008 acusaba problemas de degradación. Vettel seguía progresando, y arrebató a Räikkönen la quinta posición. El finlandés, con unos neumáticos gastados, sucumbió también ante el empuje de Alonso en la antepenúltima vuelta.
Para cuando Rosberg finalmente contó con la ayuda del DRS, fue demasaido tarde. Cruzó la bandera a cuadros a sólo seis décimas de Hamilton, que lleva cuatro victorias consecutivas y le arrebata el liderato por sólo tres puntos.
Ricciardo llegó tercero en un oasis de distancia tanto por delante como por detrás, y Vettel pasó a Bottas para firmar una extraordinaria remontada de once posiciones. El RB10 se consolida como segunda escudería, tanto en rendimiento como en puntos.
Después llegaron Alonso, Räikkönen, y Grosjean, que estrena su casillero y el de Lotus con su octavo puesto. Los Force India de Pérez y Hülkenberg cerraron la zona de puntos. McLaren, en caída libre, volvió a arrastrarse sobre el asfalto sin pena ni gloria.
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