Detecto un ambiente de cierta euforia en la sociedad española tras las elecciones al Parlamento europeo. Hablan de descalabro, batacazo o desmoronamiento del bipartidismo, dejando en el tintero un análisis un poco más profundo del asunto.
Podríamos empezar afirmando que en torno a siete millones y medio de españoles tienen derecho a voto pese a padecer graves daños cerebrales. Tras décadas de desmanes y corrupción, los partidos más votados siguen siendo los que cuentan con más imputados. Cierto es que ambas formaciones "suman sólo la mitad de los votos". La mitad, recalco. Incluso los dirigentes del PP y del PSOE han hablado públicamente de buscar una alianza para salvarnos de las garras de los partidos pequeños, "extremistas y populistas".