X-Men: Días del futuro pasado
Muchas son las sagas cinematográficas que han alcanzado el éxito, pero pocas han sabido reinventarse para no caer en la monotonía. De entre aquellas que lo han logrado bien podríamos destacar el caso de X-Men, cuya séptima entrega se encuentra en la cartelera. Si recientemente la historia se remontó a la primera generación mutante y escarbó en los orígenes de Lobezno, en Días del futuro pasado se vuelve a echar la mirada hacia atrás pero partiendo desde el futuro. Una nueva vuelta de tuerca.
En esta ocasión, la película comienza en un futuro no muy lejano en el que los mutantes se encuentran al borde de la exterminación debido al temible ejército cibernético de los centinelas. El profesor Xavier, Magneto y otros supervivientes juntan sus habilidades para enviar la conciencia de uno de ellos a 1973 de forma que pueda evitar un acontecimiento que desembocó en la guerra entre humanos y mutantes.
Bryan Singer (Sospechosos habituales, Valkiria) retoma los mandos de una saga que empezó él mismo hace más de una década. El director de X-Men y X-Men 2 aborda la más cara y ambiciosa entrega de la serie. No es una película de superhéroes que intercambian guantazos, sino que la trama se desarrolla con un guión trabajado y elementos arriesgados como son los viajes en el tiempo.
La cantidad de rostros conocidos es desconcertante: se engarzan las dos generaciones de X-Men, con Ian McKellen, Patrick Stewart, Ellen Page o Halle Berry por un lado y James McAvoy, Michael Fassbender y Jennifer Lawrence por otro. Entre ambas encontramos al sempiterno y cada vez más protagonista Lobezno de Hugh Jackman, sin duda la atracción principal. Uno de los grandes méritos de Días del futuro pasado es que cada uno de los carismáticos personajes del universo de Marvel tiene su momento de brillo en las dos horas de metraje.
También destaca el antagonismo del doctor Trask, encarnado por Peter Dinklage, quien concibe a los mutantes como una amenaza para el 'Homo sapiens'. El actor de Juego de Tronos configura uno de los malvados más excepcionales de los últimos tiempos sin necesidad de risotadas ni estridencias ridículas. Es un monstruo discreto convencido de que el exterminio de millones de personas es lo mejor para la humanidad.
La historia es más importante que la acción en sí misma, por otra parte bastante espectacular. La intriga está muy bien llevada, y las pinceladas cómicas amenizan una narración densa pero veloz. Se recrea la época de la guerra de Vietnam, el asesinato de Kennedy o el gobierno de Nixon con las particulares variaciones históricas que supone el descubrimiento de una nueva raza.
Todos los apartados de Días del futuro pasado funcionan adecuadamente, integrando una obra que probablemente sea la cima de la saga. Si Primera generación era buena, ésta es todavía mejor. Se trata de una superproducción hollywoodiense dirigida tanto a los que anteponen el argumento a la fuerza bruta como a los que aman la acción. Escenas impactantes como la de Mercurio haciendo uso de su velocidad ultrasónica o la de Magneto y el estadio son pruebas de que la espectacularidad no se descuida en favor del suspense.
Viendo el resultado, es más que lógico que Singer sea el escogido para dirigir Apocalipsis, la continuación de este filme. Las primeras películas de la saga eran correctas, pero es en esta reinvención iniciada en Primera generación donde observamos que estamos ante una de las mejores adaptaciones cinematográficas del cómic.
Puntuación: 7,5
La cantidad de rostros conocidos es desconcertante: se engarzan las dos generaciones de X-Men, con Ian McKellen, Patrick Stewart, Ellen Page o Halle Berry por un lado y James McAvoy, Michael Fassbender y Jennifer Lawrence por otro. Entre ambas encontramos al sempiterno y cada vez más protagonista Lobezno de Hugh Jackman, sin duda la atracción principal. Uno de los grandes méritos de Días del futuro pasado es que cada uno de los carismáticos personajes del universo de Marvel tiene su momento de brillo en las dos horas de metraje.
Personajes como Magneto o Mística volverán a ser el eje de la cinta. |
También destaca el antagonismo del doctor Trask, encarnado por Peter Dinklage, quien concibe a los mutantes como una amenaza para el 'Homo sapiens'. El actor de Juego de Tronos configura uno de los malvados más excepcionales de los últimos tiempos sin necesidad de risotadas ni estridencias ridículas. Es un monstruo discreto convencido de que el exterminio de millones de personas es lo mejor para la humanidad.
La historia es más importante que la acción en sí misma, por otra parte bastante espectacular. La intriga está muy bien llevada, y las pinceladas cómicas amenizan una narración densa pero veloz. Se recrea la época de la guerra de Vietnam, el asesinato de Kennedy o el gobierno de Nixon con las particulares variaciones históricas que supone el descubrimiento de una nueva raza.
Todos los apartados de Días del futuro pasado funcionan adecuadamente, integrando una obra que probablemente sea la cima de la saga. Si Primera generación era buena, ésta es todavía mejor. Se trata de una superproducción hollywoodiense dirigida tanto a los que anteponen el argumento a la fuerza bruta como a los que aman la acción. Escenas impactantes como la de Mercurio haciendo uso de su velocidad ultrasónica o la de Magneto y el estadio son pruebas de que la espectacularidad no se descuida en favor del suspense.
Viendo el resultado, es más que lógico que Singer sea el escogido para dirigir Apocalipsis, la continuación de este filme. Las primeras películas de la saga eran correctas, pero es en esta reinvención iniciada en Primera generación donde observamos que estamos ante una de las mejores adaptaciones cinematográficas del cómic.
Puntuación: 7,5
T.O.: X-Men: Days of Future Past / EE.UU. / 2014 / Dirección: Bryan Singer / Elenco: Hugh Jackman, James McAvoy, Michael Fassbender, Jennifer Lawrence, Ian McKellen / Género: Ciencia ficción / Duración: 130 minutos |
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