Esto ha sido lo más destacado del Gran Premio de Austria:
El champán
-El temple de Rosberg. El alemán supera a Hamilton por tercera vez consecutiva y amplía su margen a 29 puntos, insalvable a una carrera. Apenas comete errores, ya sea sábado o domingo.
-Bottas, la referencia de Williams. El joven piloto finlandés recibió un merecido premio a la labor de este año. Compitió con los Mercedes pese a la errónea estrategia de su equipo y volvió a quedar por delante de su experimentado compañero.
-La constancia de Alonso. Quizá no acapare el foco de la televisión por estar lejos de los primeros, pero el F14T es uno de los peores monoplazas que ha diseñado Ferrari en los últimos tiempos. El rendimiento del asturiano es muy positivo y regular, sin duda merece un coche ganador.
El pinchazo
-Debacle estratégica de Williams. Desaprovecharon una ocasión única con clamorosos errores en el muro. Los Mercedes les birlaron la cartera dos veces, algo incomprensible dado que sus pilotos iban primero y segundo. No deberían haber aplicado la misma estrategia a Massa y Bottas.
-Sauber, en caída libre. La escudería suiza no sólo presenta una alarmante falta de ritmo que les acerca más a Marussia y Caterham que al resto de escuderías. También protagoniza esperpentos como el error en la parada de Gutiérrez.
-Decepción de los anfitriones. En un circuito denominado Red Bull Ring uno espera que los equipos patrocinados por la bebida energética den buena imagen. Red Bull se mostró poco competitiva, y Vettel completó una actuación pésima desde la calificación. Toro Rosso sufrió un doble abandono, redondeando la catástrofe.
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