Los juegos del hambre: En llamas
Una de las sagas cinematográficas más interesantes del momento es Los juegos del hambre. Su ambientación distópica y la brutalidad a lo Battle Royale son dos de sus principales puntos fuertes. Por contra, el ligero aroma a Crepúsculo que destilaba la primera entrega actuó como un repelente. El cambio de director y planteamiento en Los juegos del hambre: En llamas (2013), como veremos más adelante, ha sido todo un acierto.
La última edición de los Juegos del Hambre, ceremonia destinada a anestesiar por entretenimiento a la población, se saldó con un resultado inédito: dos ganadores en lugar de uno, como era tradición. Katniss Everdeen y Peeta Mellark amenazaron con quitarse la vida al mismo tiempo, y el Capitolio se vio forzado a recular reescribiendo las reglas del juego ante la atenta mirada de millones de personas. Mientras Katniss y Peeta desfilan por todos los distritos de Panem, se percatan de que su acto de rebeldía ha inspirado una revolución inminente. Ante esta situación, el Capitolio organiza otros nuevos y fastuosos Juegos.
Francis Lawrence (Soy leyenda, Agua para elefantes) se centra más en el trasfondo que en la acción. Ya no vemos únicamente a adolescentes matándose por el bosque, sino mucho más. La clase oligárquica, que se satiriza con su ridícula vestimenta y sus lamentables vicios, no es muy distinta a la de la vida real. Sus intentos por mantener su hegemonía a través del 'circo' (pues ni siquiera tienen el detalle de aportar pan) constituyen un fenómeno perfectamente conocido por todos.
La protagonista, a la que da vida Jennifer Lawrence, es un personaje trabajado y con carisma, algo a lo que no estamos acostumbrados. Puede ser valiente y hasta letal cuando es necesario, pero también llora y tiene miedo. La actuación de la oscarizada Lawrence (que levanta un furor que no llego a comprender) es notable, sobre todo en comparación con los vértices masculinos de un triángulo amoroso un poco flojo.
Gran importancia de los personajes secundarios, como el interpretado por Woody Harrelson. |
Actores de renombre como Woody Harrelson, Donald Sutherland, Stanley Tucci o Phillip Seymour Hoffman dan lustre a la película. Casi todos ellos llenan la pantalla y dotan de gran personalidad a personajes interesantes, como un ex campeón de los Juegos, un histriónico presentador televisivo o el mismísimo presidente del país.
El público señala a En llamas, que dura dos horas y media pero tiene la virtud de no extenuar en ningún momento, como una adaptación fidelísima de la novela original de Suzanne Collins. La lucha por la supervivencia de los Juegos tiene lugar en una isla a lo Perdidos. Es trepidante, y aunque a muchos les puede saber a poco. El final deja con ganas de más.
Recapitulando, Los juegos del hambre dan un salto de calidad bastante notorio. La acertada combinación de acción y reflexión y un elenco con secundarios de lujo son sus mejores bazas. Como punto negativo, la trama global avanza realmente poco.
Habrá que esperar unos meses a la tercera adaptación de los libros, Sinsajo, que en este caso se dividirá en dos partes. La buena labor de Francis Lawrence le ha valido para dirigir estas dos continuaciones.
Puntuación: 7
T.O.: The Hunger Games: Catching Fire / EE.UU. / 2013 / Dirección: Francis Lawrence / Elenco: Jennifer Lawrence, Josh Hutcherson, Liam Hemsworth, Philip Seymour-Hoffman, Woody Harrelson / Género: Ciencia ficción / Duración: 146 minutos |
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