La carrera con más acontecimientos inesperados quebró la racha de siete triunfos consecutivos de Mercedes. Sebastian Vettel se anotó su segunda victoria de la temporada antes del parón veraniego, acompañado en el podio por los Red Bull de Kvyat y Ricciardo. Hamilton y Rosberg sólo pudieron ser sexto y octavo, respectivamente, tras una gris carrera.
Lo anodino hizo su primer acto de presencia en Hungría durante la salida, abortada por la mala colocación de Felipe Massa sobre su cajón en la parrilla de salida. Repetida la vuelta de formación, saltó la sorpresa gracias al prodigioso arranque de los Ferrari. Vettel y Räikkönen escalaron hasta las dos primeras posiciones dejando a Hamilton y a Rosberg con un palmo de narices. El hombre de la 'pole' de hecho se salió de pista, retrocediendo a la décima plaza.
Sólo Vettel ha desafiado a la tiranía de Mercedes. |
Todavía más increíble fue el ritmo de los Ferrari, que se fueron alejando de Rosberg a medida que pasaban las vueltas. En el giro 12 ya eran siete los segundos que separaban a Räikkönen del alemán de Mercedes. Más atrás, Hamilton superaba a Massa y a Pérez para situarse octavo.
En la vuelta 20, mientras los favoritos empezaron a cambiar sus neumáticos sin ninguna novedad reseñable, Pérez y Maldonado se tocaron en la primera curva. La acción fue castigada con un 'drive through' para el venezolano, que acarrearía nada menos que tres sanciones más durante el transcurso la prueba.
La nula fortuna de Räikkönen
Hacia la mitad de la carrera, los dos Ferrari comandaban la tabla de posiciones con autoridad. Rosberg era tercero a mucha distancia, y todavía más lejos se hallaban el correoso Hamilton y Ricciardo. Fue entonces cuando el monoplaza de Räikkönen sufrió una avería eléctrica que le privó de gran parte de su potencia.
Todavía más impactante fue el accidente de Hülkenberg, a cuyo Force India se le cayó el alerón delantero, encajándolo bajo sus ruedas y yéndose directo contra el muro. El coche de seguridad comenzó a rodar mientras los comisarios despejaban la pista, circunstancia que aprovecharon todos los pilotos para pasar por boxes.
Todavía más impactante fue el accidente de Hülkenberg, a cuyo Force India se le cayó el alerón delantero, encajándolo bajo sus ruedas y yéndose directo contra el muro. El coche de seguridad comenzó a rodar mientras los comisarios despejaban la pista, circunstancia que aprovecharon todos los pilotos para pasar por boxes.
La carrera se reanudó en la vuelta 48. Räikkönen cayó posiciones hasta retirarse definitivamente. Hamilton tuvo un roce con Bottas, malogrando su morro y provocándole un pinchazo al finés. De nuevo el ímpetu del británico le jugó una mala pasada, y tuvo que realizar una parada extra. Por otra parte, Sainz se retiraba por tercera vez consecutiva en los últimos compases, al tiempo que Maldonado se 'coronaba' con su cuarta sanción del día.
El huracán de colisiones, sanciones y averías no se tendría hasta los últimos momentos. En la recta final del Gran Premio Vettel, Rosberg y Ricciardo se encontraban en un pañuelo peleando por la victoria. Para alivio del de Ferrari, sus dos perseguidores sufrieron un leve choque con resultados nefastos: Rosberg pinchó una rueda y tuvo que arrastrarse por todo el circuito hasta boxes, mientras que Ricciardo se vio obligado a cambiar el alerón delantero.
Sebastian Vettel cruzó la línea de meta dedicándole el triunfo al fallecido Jules Bianchi, y tras él llegaron Kvyat y Ricciardo. El alud de percances y un ritmo de carrera notable favorecieron el cuarto y quinto puesto de Verstappen y Alonso. Hamilton sería finalmente sexto, por delante de Grosjean y su principal rival Rosberg. Button y Ericsson cerraron la zona de puntos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario