Rosberg presenta por fin su candidatura al título

La resurrección de Nico Rosberg de ayer no fue un espejismo. El alemán, probablemente el único con las herramientas necesarias para disputarle el campeonato a Lewis Hamilton, venció hoy en Barcelona con suma autoridad. El líder del Mundial tuvo que conformarse con ser segundo tras una mala salida y una pelea con el tercer clasificado, Sebastian Vettel.

Rosberg salió disparado en el arranque, al contrario que Hamilton, al que le pasó factura el poco agarre de la parte sucia de la pista. Vettel se coló entre ambos y se convertiría en un quebradero de cabeza para el británico durante la primera mitad de la prueba. Bottas conservó la cuarta plaza, mientras que Räikkönen se deshacía de los dos Toro Rosso para colocarse quinto.

El vigente subcampeón firma su primer triunfo en 2015.

No le costó mucho al líder fabricarse un colchón inmune a estrategias alternativas. La detención de Hamilton en la vuelta 14 obligó a Vettel a hacer lo propio en la 15. Rosberg, con todo controlado, simplemente copió a sus perseguidores.

Pastor Maldonado dejó la imagen curiosa del día al rodar con un endplate del alerón trasero torcido. En su primer paso por boxes, los mecánicos le arrancaron de cuajo el trozo dañado. De todos modos, el E23 volvió a dejar tirado al venezolano más adelante. La suya fue la única retirada junto con la de Fernando Alonso, también por avería.

Hamilton optó por una carrera a tres paradas, plasmando que en el parón Mercedes no ha hecho sino ganar más terreno a sus rivales. El británico superó a Vettel mediada la prueba, pero ya era demasiado tarde como para incomodar al hombre de cabeza.

Räikkönen fue de los pocos en reservarse el compuesto más blando para el final, decisión que le permitió emprender un ataque sin tregua pero también sin premio sobre su compatriota Bottas en las últimas vueltas. Los adelantamieintos se produjeron con cuentagotas en Montmeló.

Rosberg vio la bandera a cuadros 17 segundos por delante de su compañero y nada menos que 45 segundos antes que Vettel, una clara muestra del poderío  del W06. Bottas terminó un poco más tarde con Räikkönen en su estela. Massa, sexto, fue seguido de Ricciardo y Grosjean. Los últimos puntos recayeron en Sainz y Kvyat, enzarzados en una emocionante pelea a la que también estaba invitado Verstappen, undécimo.