El champán
-Hamilton, tónica dominante. Aprovechó las prestaciones del Mercedes para hacer lo que debía: ganar y tenerlo todo bajo control. Nadie le hace sombra.
-Grosjean alivió a Lotus. Afectada por problemas económicos, de fiabilidad y de rendimiento, la escudería británica pudo por fin sonreír con un merecido podio.
-Verstappen, la sensación. Brilló por sus adelantamientos y su hambre en la pista, esta vez unidas a la responsabilidad. El austríaco tiene un gran futuro por delante.
El pinchazo
-Ferrari asumió un riesgo innecesario. La decisión de mantener a Vettel con los mismos neumáticos durante 28 vueltas provocó un reventón que podría haber sido muy peligroso en una curva.
-Williams y los colores. Los mecánicos de Grove dejaron una imagen inédita: la de un monoplaza con tres neumáticos de un tipo y el cuarto de otro. Aparte de hacer el ridículo, arruinaron la carrera de Bottas.
-Honda, cuesta abajo. No hay forma de evolucionar ese motor. Alonso y Button reciben unas sanciones desproporcionadas por las averías y pilotan un monoplaza de GP2.
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