Conectando continentes

Shanghai Kid, del este al oeste

El cine ha experimentado con la mezcla de los más variopintos géneros cinematográficos. Shanghai Kid, del este al oeste (2000), sin llegar al extremo de Cowboys & Aliens, fusiona tres campos como son las comedias, las películas de artes marciales y las del oeste. La dirección corría a cargo de Tom Dey (Showtime, Novia por contrato) en su debut como realizador.

La princesa china Pei Pei huye de la Ciudad Prohibida a Estados Unidos, donde es secuestrada. Chon Wang, uno de los guardianes del emperador enviados para rescatarla, se separa del grupo y tropieza con Roy O'Bannon, un ladrón de poca monta que le ayudará en su misión.

El dúo protagonista.

La gran química entre Jackie Chan y Owen Wilson conduce la película por los derroteros que cabe imaginar. El primero pone las espectaculares coreografías propias de la Ópera de Pekín, mientras que el segundo aporta una hilaridad constante. Entre los secundarios encontramos a Lucy Liu en el papel de la princesa.

Anacrónica por momentos y con numerosos guiños al cine del oeste (Wyatt Earp, Lee Van Cleef, Dos hombres y un destino, El bueno, el feo y el malo) que empiezan por el propio nombre del protagonista, Chon Wang (pronúnciese John Wayne), la cinta se limita a hacer reír y a deslumbrar con las piruetas marciales.

No hay ningún intento por buscar el drama o el suspense, porque lo cierto es que no hacen ninguna falta. Shanghai Kid funciona sin fisuras en la línea que se marca, proporcionando así casi dos horas de evasión desenfadada y sin mayores pretensiones.

El éxito del filme propició el rodaje de Los rebeldes de Shanghai, una continuación ambientada en Londres que se estrenaría tres años después.

Puntuación: 6

T.O.: Shanghai Noon / EE.UU. / 2000 / Dirección: Tom Dey / Elenco: Jackie Chan, Owen Wilson, Lucy Liu, Brandon Merrill, Roger Yuan / Género: Comedia / Duración: 110 minutos