Portal 2
Historia
Portal (2007) fue una inesperada joya sin pulir que nos metía en la piel de Chell, una de las numerosas cobayas humanas que Aperture Sciencie empleaba en sus pruebas. La combinación de acción en primera persona, plataformas y rompecabezas fue todo un éxito, y la única debilidad destacada se localizaba en la brevedad del título.
En 2011, cuatro años después del título original, Valve lanzó Portal 2. Esta continuación cuenta con una producción seria, no se trata ya de un mero experimento. Se advierte mucho más trabajo en todos sus aspectos, especialmente en la trama.
Una vieja amiga... |
Algo no ha ido bien en Aperture... |
Después del encontronazo con GLaDOS en Portal, Chell es arrastrada a una cámara de criogenización en la que permanece un largo período de tiempo. La protagonista despierta en una habitación seriamente deteriorada y pronto conoce a Wheatley, un simpático módulo de seguridad que intentará ayudarla a salir de las instalaciones de Aperture. Por delante quedan muchas salas de pruebas, un repaso a la historia de Aperture Science y de su excéntrico dueño, Cave Johnson, y un esperado reencuentro con GLaDOS.
El desarrollo de la historia, cuya base vuelve a ser una simple fuga, es muy satisfactorio. Especialmente por el extraordinario humor negro que flota por todas partes. El rencor acumulado de GLaDOS se traduce en constantes burlas, tomaduras de pelo y comentarios ácidos. El torpe Whitley no le va a la zaga con sus deslices. Sencillamente, Portal 2 es el videojuego con el que más me he reído nunca.
El desarrollo de la historia, cuya base vuelve a ser una simple fuga, es muy satisfactorio. Especialmente por el extraordinario humor negro que flota por todas partes. El rencor acumulado de GLaDOS se traduce en constantes burlas, tomaduras de pelo y comentarios ácidos. El torpe Whitley no le va a la zaga con sus deslices. Sencillamente, Portal 2 es el videojuego con el que más me he reído nunca.
Jugabilidad
Las bases de este segundo título son las mismas que las del primero. Plataformas y puzles desde la perspectiva de la primera persona y con unos controles intuitivos. Chell vuelve a contar con sus prótesis en las piernas para soportar grandes caídas sin recibir ningún daño y con la emblemática pistola de portales. Con dicha herramienta podemos crear, en diferentes puntos de los escenarios, agujeros de entrada y salida que dejan pasar cualquier objeto y permiten aprovechar los impulsos.
Pero Valve no se limita a recuperar la fórmula del juego original, sino que además introduce un buen número de elementos novedosos que se van introduciendo progresivamente: rayos láser, bandas de luz sobre las que se puede caminar, ondas de atracción gravitatoria, trampolines, geles que nos hacen rebotar... La combinación de todos estos objetos permite configurar desafíos muy diversificados y nada sencillos.
El entretenimiento no es lastrado ni por las numerosas pantallas de carga en ascensores ni por el hecho de que buena parte del juego transcurra en el interior de las salas de pruebas. Una serie de atolondrados atajos y vibrantes persecuciones fruto de la trama evitan la monotonía que predominaba en muchas fases de Portal. Como todo buen juego de lógica, genera adicción y satisfacción con cada desafío superado.
Comparado con su predecesor, Portal 2 es mucho más largo y complejo. La campaña individual garantiza entre ocho y diez horas de juego, en función de la habilidad del jugador. La inclusión de nuevas herramientas y el peso y atractivo del argumento son las dos mejoras principales de un proyecto que el equipo de Valve ha sabido evolucionar magníficamente.
Junto a las peripecias de Chell en el modo de un jugador, el título innova con el modo multijugador. Se trata de una campaña por internet para dos jugadores que deben cooperar para superar las pruebas. Dos simpáticos robots son los protagonistas de esta larga aventura independiente de la trama principal. Algunos instrumentos facilitan la comunicación con el compañero, como un puntero para señalar dónde queremos que éste instale un portal. Esta modalidad funciona y es muy divertida.
Pero Valve no se limita a recuperar la fórmula del juego original, sino que además introduce un buen número de elementos novedosos que se van introduciendo progresivamente: rayos láser, bandas de luz sobre las que se puede caminar, ondas de atracción gravitatoria, trampolines, geles que nos hacen rebotar... La combinación de todos estos objetos permite configurar desafíos muy diversificados y nada sencillos.
El entretenimiento no es lastrado ni por las numerosas pantallas de carga en ascensores ni por el hecho de que buena parte del juego transcurra en el interior de las salas de pruebas. Una serie de atolondrados atajos y vibrantes persecuciones fruto de la trama evitan la monotonía que predominaba en muchas fases de Portal. Como todo buen juego de lógica, genera adicción y satisfacción con cada desafío superado.
Comparado con su predecesor, Portal 2 es mucho más largo y complejo. La campaña individual garantiza entre ocho y diez horas de juego, en función de la habilidad del jugador. La inclusión de nuevas herramientas y el peso y atractivo del argumento son las dos mejoras principales de un proyecto que el equipo de Valve ha sabido evolucionar magníficamente.
Junto a las peripecias de Chell en el modo de un jugador, el título innova con el modo multijugador. Se trata de una campaña por internet para dos jugadores que deben cooperar para superar las pruebas. Dos simpáticos robots son los protagonistas de esta larga aventura independiente de la trama principal. Algunos instrumentos facilitan la comunicación con el compañero, como un puntero para señalar dónde queremos que éste instale un portal. Esta modalidad funciona y es muy divertida.
Cuestiones técnicas
Portal 2 no destaca por la calidad de sus gráficos, sino por su atractivo diseño. El aspecto final es elegante y está a la altura de un juego de su generación sin necesidad de grandes alardes en efectos especiales.
En contraste con los pulcros escenarios de Portal, el deterioro de las instalaciones de Aperture se hace visible con la acumulación de escombros y una vegetación que se abre paso por las grietas. El diseño de los escenarios es brillante, pues todos los elementos de los puzles están ubicados de forma inteligente.
El trabajo en el motor de físicas, por su parte, es sobresaliente. Precisas y verosímiles como pocas. Eso sí, sorprende que apenas se pueda interactuar con los decorados, llegándose al punto de no poder mover sillas ni ningún otro objeto de las oficinas.
El sonido vuleve a despuntar por las excelentes vocecillas de las máquinas y de las grabaciones que resuenan automáticamente en los altavoces. Los actores de doblaje, tanto en castellano como en la versión original, dan todo un recital y aprovechan al máximo el sarcasmo de sus personajes. Los efectos de sonido cumplen su cometido, y la banda sonora estimula en los momentos de tensión. No falta, por supuesto, la pegadiza canción final.
Portal 2 no destaca por la calidad de sus gráficos, sino por su atractivo diseño. El aspecto final es elegante y está a la altura de un juego de su generación sin necesidad de grandes alardes en efectos especiales.
En contraste con los pulcros escenarios de Portal, el deterioro de las instalaciones de Aperture se hace visible con la acumulación de escombros y una vegetación que se abre paso por las grietas. El diseño de los escenarios es brillante, pues todos los elementos de los puzles están ubicados de forma inteligente.
Las torretas de seguridad serán uno de nuestros enemigos. |
Nuestro objetivo volverá a ser encontrar una salida. |
El trabajo en el motor de físicas, por su parte, es sobresaliente. Precisas y verosímiles como pocas. Eso sí, sorprende que apenas se pueda interactuar con los decorados, llegándose al punto de no poder mover sillas ni ningún otro objeto de las oficinas.
El sonido vuleve a despuntar por las excelentes vocecillas de las máquinas y de las grabaciones que resuenan automáticamente en los altavoces. Los actores de doblaje, tanto en castellano como en la versión original, dan todo un recital y aprovechan al máximo el sarcasmo de sus personajes. Los efectos de sonido cumplen su cometido, y la banda sonora estimula en los momentos de tensión. No falta, por supuesto, la pegadiza canción final.
Conclusión
Más inspirado y más redondo que el primero, Portal 2 representa una experiencia genial y terriblemente adictiva. Garantiza muchas carcajadas y horas de diversión. Sólo son dos juegos, pero la saga ya cuenta con una personalidad única y reconocible.
Todas sus incorporaciones, incluyendo el modo cooperativo, son un acierto. Con un trabajo mucho más profesional, Valve ha demostrado todo lo que es posible extraer de la idea original de Portal. Una continuación para enmarcar.
Todas sus incorporaciones, incluyendo el modo cooperativo, son un acierto. Con un trabajo mucho más profesional, Valve ha demostrado todo lo que es posible extraer de la idea original de Portal. Una continuación para enmarcar.
Puntuación: 9,5
No hay comentarios:
Publicar un comentario