Qué rica es la lengua castellana y cuán extendida está por el mundo. No es de extrañar que las palabras adquieran significados distintos en lugares separados por miles de kilómetros. Las confusiones lingüísticas, eso sí, pueden llegar a sí de lo más hilarante en determinadas situaciones.
Y para muestra, un botón. Que me aspen si la siguiente canción del mejicano Pedro Infante, titulada El gavilán pollero, no es para partirse la caja torácica y estornudar los sesos de risa.
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