Rubber
De vez en cuando me apetece contemplar majaderías ajenas en un intento de convencerme de que no soy tan distinto a los demás seres humanos (me gusta el calabacín, qué le voy a hacer). En esos días indago en busca de una película cuyo argumento parezca una completa pendejada, y así di con Rubber, obra del francés Quentin Dupieux (que no sé quién es). El protagonista de esta película participante en el Festival de Sitges de 2010 es un neumático, pero no un neumático cualquiera.
La interpretación del neumático es digna de encomio. |
La primera escena es tan desconcertante como hilarante, y ya se pone de manifiesto la intención satírica del filme. Un típico 'sheriff' emerge del maletero de un coche para plantarse frente a la cámara y decir, entre otras cosas, "En la película E.T., de Steven Spielberg, ¿por qué el extraterrestre es marrón? Por ninguna razón". "En JFK de Oliver Stone, ¿por qué el presidente es asesinado de repente por un desconocido? Por ninguna razón". "¡Peor! En El pianista de Polanski, ¿cómo es que este tipo se esconde y vive como un vagabundo cuando toca el piano tan bien? Una vez más, la respuesta es por ninguna razón". Si eres tan idiota de indignarte con estos absurdos interrogantes (he visto gente gritar las respuestas a la pantalla con el semblante enfurecido), es mejor que solicites un transplante de cerebro. No hay garantía de que te realicen la operación, pero sin duda estarás en un puesto preferente en la lista de espera.
Poco después, transcurridos los créditos iniciales, prosigue el disparate. En una secuencia de tintes épicos, una rueda vieja y abandonada en medio del desierto adquiere de pronto el hálito vital y emprende sus primeros giros. Conforme se sacude el polvo y avanza metros, aflora en el objeto un instinto psicópata que no puede reprimir. Si ya es llamativa esta maldad en un trozo de caucho, mayor es la sorpresa al advertir los poderes telepático-destructivos. Durante poco menos de hora y media seguiremos los 'pasos' del neumático, sediento de sangre y obsesionado con una joven que se cruza en su camino.
Estas peripecias, que incluyen deliberadamente tópicos como una persecución policial o un motel, se intercalan con escenas de crítica y reflexión sobre el cine comercial y las expectativas de sus consumidores. Estas imágenes, todavía más absurdas que la trama principal, bien podrían responder a una parodia de las imposturas pseudointelectuales de ciertas corrientes cinematográficas.
Estas peripecias, que incluyen deliberadamente tópicos como una persecución policial o un motel, se intercalan con escenas de crítica y reflexión sobre el cine comercial y las expectativas de sus consumidores. Estas imágenes, todavía más absurdas que la trama principal, bien podrían responder a una parodia de las imposturas pseudointelectuales de ciertas corrientes cinematográficas.
Rubber es, en definitiva, una película original, irreverente y divertida con una idea principal que no daba para mucho más. Sin grandes pretensiones, con un trabajo técnico notable (en especial la fotografía) y una personalidad singular y carismática.
Puntuación: 6
Puntuación: 6
T.O.: Rubber. / Francia / 2010 / Dirección: Quentin Dupieux / Elenco: Stephan Spinella, Jack Plotnick, Wings Hauser, Roxane Mesquida, Daniel Quinn / Género: Comedia / Duración: 78 minutos |
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