sábado, 11 de junio de 2011

Barbados vs. Granada, 1994

Hermanos, hoy os traigo una fermosa historia que refleja completamente el espíritu weinoriano. En concreto, voy a relatar un suceso de índole futbolística.

Situémonos en la Copa del Caribe de 1994, en concreto, en la fase preliminar de grupos. Esta competición tenía un curioso reglamento. Sólo se clasificaría una selección de cada grupo, y en caso de empate de puntos se tendría en cuenta la diferencia de goles a favor y en contra. Lo peculiar residía en que los partidos no podían quedar empatados, sino que se procedía al gol de oro, tanto que curiosamente valía por dos goles. Desconozco el por qué de esta majadería, pero desde los anormales acontecimientos de 1994 cambiaron la normativa.

En el último partido de la fase de grupos, Barbados necesitaba ganar a Granada, el líder, por una diferencia de dos goles. Recordemos que sólo un equipo se clasificaría por cada grupo.

El encuentro se desarrolló con un dominio de Barbados, que consiguió anotar dos goles al comienzo. De este modo, los barbudos pasarían a la siguiente ronda. Sin embargo, a falta de siete minutos para el final Granada marcó el 2-1, resultado que le permitía superar en 'goal average' a su rival.

Tras unos breves instantes de reflexión, un defensa de Barbados pensó que no les daría tiempo a marcar de nuevo y decidió anotarse en propia puerta, ante la incredulidad de su guardameta. Al establecer un 2-2, el empate debía resolverse en una prórroga con gol de oro, que recordemos que valía por dos tantos.

Los jugadores de Granada, al ver  la astuta treta de este defensor, se percataron que tanto si marcaban un gol a Barbados (hipotético 2-3) como si encajaban uno ellos mismos (hipotético 3-2), se clasificarían. Así que intentaron meter un gol en cualquier portería al tiempo que los de Barbados las defendieron ambas. Unos minutos finales de auténtica confusión para los aficionados, que no comprendían nada de nada.

La gesta se completó al finalizar el tiempo reglamentario sin que los granadinos marcasen en ninguna portería, y Barbados anotara el definitivo gol de oro en la prórroga, por lo que el resultado final fue de 4-2. De esta manera, el grupo quedó de la siguiente manera:



A continuación podéis ver un vídeo que recoge los momentos más importantes del célebre encuentro:



Como era de esperar, a los granadinos no les hizo gracia esta jugarreta. Su entrenador, James Clarkson, declaró: "Me siento engañado. A la persona que vino con estas reglas deberían encerrarla en un manicomio. El partido nunca debería jugarse con tantos jugadores confundidos en el campo. Nuestros jugadores no sabían ni en qué dirección atacar, si en nuestra portería o en la suya. Nunca he visto antes. En el fútbol se supone que tienes que marcar a tus rivales para ganarles, no para que ganen ellos."

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