Magia a la luz de la luna
Después de alcanzar la excelencia, a un cineasta siempre se le exige mucho, quizá demasiado. A estas alturas es evidente que la trayectoria de Woody Allen es irregular, alternando entre lo magnífico, lo correcto, lo mediocre y lo infame en su denodado afán por estrenar una película prácticamente cada año desde hace casi medio siglo. Algunos de sus filmes quedan rápidamente etiquetados y despreciados como "obras menores" por gente que espera la próxima genialidad del director neoyorquino sin detenerse a disfrutar el presente. Tal es el caso de Magia la luz de la luna, su último trabajo.
En la Francia de los años 20, un prestigioso y escéptico mago inglés es llamado por un amigo para desenmascarar a una presunta espiritista que tiene embaucada a una familia aristocrática en la Costa Azul. Cuanto más la observa, más se sorprende de sus asombrosos poderes: lee la mente, adivina el futuro y contacta con los difuntos.
Allen regresa a la comedia romántica después de la más dramática Blue Jasmine. El cineasta aborda, si bien con un poco más de amabilidad, sus temas más recurrentes: el sentido de la vida y la razón contra la fe. De hecho sus dos personajes principales encarnan un choque entre lo metafísico y lo material. ¿Es mejor la felicidad de la ignorancia o la amargura que depara la actitud racional?
Colin Firth ejerce de un 'alter ego' más elegante pero igualmente neurótico y endiosado con una gran evolución durante la película. Emma Stone cautiva con un encanto radiante y mucha naturalidad. Ambos sacan su mejor versión bajo la dirección de Allen, todo un maestro en este apartado, y conforman una pareja que parece sacada de clásicos como Historias de Filadelfia. Secundarios como Eileen Atkins y Hamish Linklater se muestran eficaces.
El humor afilado del realizador y guionista conforma una película fresca y agradable gracias a sus diálogos y a las interpretaciones. Magia a la luz de la luna cuenta además con una notable recreación de una época y un ambiente aristocrático muy similar al de El Gran Gatsby. La calidez de la Costa Azul es aprovechada en la colorista fotografía del iraní Darius Khondji.
Como en todas las comedias románticas, se intuye lo que va a suceder. Ello no impide que el conjunto sea solvente y que deje un buen sabor de boca cuando llegan los créditos finales. No es que provoque carcajadas, pero la sonrisa está dibujada en el rostro del espectador desde el comienzo.
A Magia a la luz de la luna, sin embargo, le falta algo más de fuerza o de inspiración. No es una gran película, pero para pasar la tarde está bien. Woody Allen rescata uno de sus géneros preferidos y cumple sobradamente. Gustará a un sector del público mucho más amplio que en sus trabajos recientes.
Como en todas las comedias románticas, se intuye lo que va a suceder. Ello no impide que el conjunto sea solvente y que deje un buen sabor de boca cuando llegan los créditos finales. No es que provoque carcajadas, pero la sonrisa está dibujada en el rostro del espectador desde el comienzo.
Puntuación: 6
T.O.: Magic in the Moonlight / EE.UU. / 2014 / Dirección: Woody Allen / Elenco: Colin Firth, Emma Stone, Eileen Atkins, Simon McBurney, Hamish Linklater / Género: Comedia / Duración: 97 minutos |
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