Macbeth
William Shakespeare es, seguramente, el escritor cuya creación ha suscitado más adaptaciones cinematográficas. Cada pocos años surge una nueva versión de Hamlet, Romeo y Julieta o la que hoy nos ocupa, Macbeth. El australiano Justin Kurzel (The Turning, Snowtown) se atreve con una obra tratada por cineastas del nivel de Kurosawa, Welles o Polanski.
Macbeth nos habla de un noble que se convierte en la mano derecha del rey de Escocia tras una guerra. Lejos de contentarse con esto, y espoleado por su esposa y por la profecía de unas brujas, Macbeth tratará de conseguir el trono a cualquier precio.
Dos son los pilares del filme de Kurzel. El más sólido lo conforman las poderosas interpretaciones de Michael Fassbender y Marion Cotillard, protagonistas absolutos que intentan suplir el vacío tras la muerte de su hijo con la adquisición del trono. Paranoico él y sibilina ella, ambos sueltan largas parrafadas extraídas del texto original y hablan de forma lacónica.
La segunda gran particularidad de Macbeth es su estética, un punto de ruptura con lo teatral. Una fotografía tenebrosa, fosca incluso, recurre a filtros rojos y a la niebla sobre vastos exteriores de Escocia. A esto se suman los movimientos de cámara y la utilización puntual de la cámara lenta, recursos sin duda ajenos al academicismo que cabría suponer de una adaptación de Shakespeare.
La película funciona bien durante buena parte del metraje, si bien al final llega a hacerse pesada la densidad de los soliloquios de Fassbender. El experimento de Kurzel merece no obstante un visionado por las emociones que transmite y el valor de presentar algo diferente, una vuelta de tuerca sobre un argumento de sobra explotado.
Puntuación: 6,5
| T.O.: Macbeth / Reino Unido / 2015 / Dirección: Justin Kurzel / Elenco: Michael Fassbender, Marion Cotillard, David Thewlis, Jack Reynor, Elizabeth Debicki / Género: Drama / Duración: 113 minutos |
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