Hermanos, el país se ha despertado aterrado en cuanto ha recibido la escalofriante noticia de que un fiscal portugués pedirá cinco años de prisión para Miguel Brito, nuestro ídolo weinoriano. Esta información, originalmente publicada por el panfleto luso "Correio da Manhã", en principio no era muy creíble. Basta con ver la portada de hoy para descubrir el calibre truñesco de es mierdio de comunicación:
Muertos por aquí, muertos por allá. Vamos, lo que se dice sensacionalismo en toda regla. Desgraciadamente, un esbirro de la fiscalía lusa ha confirmado esta majadera acusación.
Como todos sabemos, aquella madrugada únicamente sucedió esto: Miguel y sus amiguitos querían entrar en una discoteca, pero no les permitieron entrar simplemente por racismo. Entonces se lió una buena fiesta en la que se dispararon algunos tiros. Y, hermanos, el gran Miguel Brito le retiró la pistola de la mano a uno de sus activos acompañantes. Y eso fue todo para nuestro MB. No hay delito. Que luego la chusmosa policía portuguesa se inventara que el Expreso de Lisboa se fuera con sus amistades a ejercer de banda urbana a lo "Naranja mecánica" demuestra simplemente que no conocen a nuestro sheriff.
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