viernes, 18 de febrero de 2011

El hampa se queda sin palabras

Hermanos, hace unos días tuve un encontronazo que no olvidaré jamás. Dos compañeros y vuestro reverendo nos topamos en medio de la calle con un joven individuo que gesticulaba cual endiablado mientras nos ofrecía un folio y un bolígrafo con la intención de que selláramos nuestra impronta.

Mientras el tunante de mi compañero leía atentamente el folio (en el que se nos pedía que hiciésemos una donación para la creación de una asociación de niños sordomudos), el extraño tipo nos sonreía cual angelito sin alas e incluso nos mandaba besos via aérea. Cuál fue la soberana sorpresa cuando mi adlátere leyó la palabra "donación" y exclamó en un sonoro "Ah, no, no, no, no" mientras le arrojaba la hoja y el bolígrafo a la cara. Las carcajadas de mi otro compañero al ver la reacción del primero ya son legendarias, y la huida del aturdido sordomudo también.

Siguiendo con nuestro camino, pude escuchar, entre enfermizas risotadas, lindezas como éstas:

-"¿Que eres mudo? Pues haberlo dicho antes. Yo a ése ni un céntimo."
-"Claro, sordomudo... ¿y para qué me pedía el DNI y dinero sin mostrarme nada de alguna asociación? Y yo también se ir por la calle con pinta de sucio y hablarte con las manos haciendo ruiditos con la boca.¡Que no cuela!"
-"Menudo imbécil. Que se busque trabajo en la ONCE o algo."



Y estos dos merluzos son de la peor calaña. No en vano aprovechan cualquier ocasión para reírse de discapacitados de cualquier tipo. Por ejemplo, suelen comentar sobre una persona coja: "Se pilla antes a una mentirosa coja que a una coja a secas".

Y al arribar a mi gruta encantada, comandé mi nave entre el oleaje de Internet y me topé con la cruda realidad: ése bastardo no era sordomudo, sino un vulgar chorizo. Aportaré ciertos testimonios sobre acontecimientos similares que enriquecen el relato:

-"Cuando trabajaba en un bar, un día entró una de ésas, y mi jefe cuando la tía se iba dejó caer la bandeja (que hizo un ruido tremendo) y se pegó un susto la tía que casi se muere. Jajaja."

-"A mi en Gijón me pasó. Iba con prisa y típico que te aparece una chica sudamericana con el boli y la carpetita, y yo: '¡Coño! ¿Qué será?'. Lo leo, y me digo, 'por una firmita...' Resulta que yo todo azotado no leí lo de la donación. Y llego ahí y digo: '¿Qué hago?' Bueno, pues no me tragué que fuese real y lo pidieran de esa manera, me puso cara de pena y sin darme cuenta había escrito ya 2€... pero dije: 'Ni de coña, que esto es un timo', así que cambié la cifra y puse 0,2€. Y le di 20 centimos xD...."

-"Yo cuando vea a uno de éstos le diré '¡¡¡CUIDADO POR DETRÁS!!!' Y cuando se gire le daré un collejón y le diré: '¿No eras sordo, so mamón?'"

-"Te enseñan el cutre folio (cara de niña triste incluida, por supuesto) con 'TIENE CÁNCER, MORIRÁ SI blablabla...' y me dice muy apenada: 'Senior, por favor, una donación.... para salvar a esta pobre ninia pequenia'. 'Mira, no... Lo siento.' 'Por favor, tiene cáncer la pobre ninia... (más cara y tono de pena)' 'Lo siento pero no'. Y va y me suelta: '¿No el da pena que muera una ninia pequenia y usted no haga nada?' Y como no hay cosa que más me joda en estos casos que te estén continuamente insistiendo, y no entiendan las negaciones... cogí y le solté: 'Pues mira, como no es mi hija, pues me la suda'. La cara que se le quedó a la tía en plan ¡¡pero será hijo de puta y mala persona este tío!' jajajajaajajaja"

Como podemos observar, hermanos, este planeta lo habita chusma de la peor calaña. Fingir una minusvalía para estafar al personal es caer más bajo que descender al tercer sótano del aparcamiento. Concluyo con una desasosegante cita del maestro Isaac Asimov: "Sólo hay una guerra que puede permitirse el ser humano: la guerra contra su extinción".

2 comentarios:

  1. Lo de la coja lo dijo el otro, ¿eh? Yo solo dije que era muy vaga.

    -"Claro, sordomudo... ¿y para qué me pedía el DNI y dinero sin mostrarme nada de alguna asociación? Y yo también se ir por la calle con pinta de sucio y hablarte con las manos haciendo ruiditos con la boca.¡Que no cuela!"

    Y eso lo dije porque yo ya sabía que era un timo.

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  2. No lo sabías. Cometiste el terrible pecado de juzgar a tu prójimo, y encima sin evidencias. Es como si veo a alguien con una venda en la cara y afirmo que tiene un chancro.

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