Hermanos, si hay una cosa que el Reverendo Weinor hace bien es reciclar sus residuos. No sólo practica la coprofagia como parte del ciclo sin fin que lo envuelve todo, sino que incluso se digna a separar su basura y depositarla en distintos contenedores como un buen cristiano. Y por eso resulta bastante amargo el no tener la certeza de que este empeño mío en ser civilizado es útil realmente.
Tú sonríe, hijo de puta, que bien que lo sabías. |
No son pocas las voces que aseguran que el reciclaje es un fraude. Mientras se tranquilizan las conciencias de los ciudadanos de bien, los gobernantes y sus colegas se limpian el ojete con el presente y el futuro del mundo. ¿Para qué reciclar si cuesta esfuerzo y dinero?
A continuación inserto un par de pruebas del vil crimen. Estos empleados desvergonzados, de Sevilla en el primer caso y de Torrente en el segundo, insertan los residuos de contenedores de reciclaje en el mismo camión. ¿Es ésta una praxis generalizada o se trata meramente de una villanía marginal? Uno ya no sabe qué pensar.
A continuación inserto un par de pruebas del vil crimen. Estos empleados desvergonzados, de Sevilla en el primer caso y de Torrente en el segundo, insertan los residuos de contenedores de reciclaje en el mismo camión. ¿Es ésta una praxis generalizada o se trata meramente de una villanía marginal? Uno ya no sabe qué pensar.
Con actuaciones facinerosas como éstas no es de extrañar que haya islas gigantescas de basura flotando por los océanos. A este paso la Tierra será un vertedero gigante como el que nos presentaba Wall·E, y sin duda el primer síntoma de esto es la existencia de numerosas y apestosas ratas. Y es que el humano se cree civlizado por usar un iPad al tiempo que colma de desperdicios su propio ecosistema. Menudo estúpido.
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