lunes, 7 de diciembre de 2009

Distopía

Hermanos, hoy me he puesto los lupos o gafas para mirar de lejos, y, tras una visión sideral tal que 2001: Odisea del espacio, he contemplado en todo su ''esplendor'' cuál es el futuro que nos espera. Obviamente, este futuro no es esplendoroso, sino más bien todo lo contrario. Trataré de describirlo como mejor pueda, aunque temo estar abriendo de par en par la dichosa Caja de Pandora.

En el mundo futuro, el gobierno estará en manos de los minusválidos, quienes lo ejercerán de manera autoritaria a través de un demoníaco Consejo de Discapacitados (CD). Éstos perversos seres estarán exentos de pagar impuestos, podrán acceder libremente a las plazas de cualquier institución, aparcar donde quieran,, ocupar las propiedades que crean oportunas, etc. Es una mezcla de marxismo y mundo feudal, hermanos, y ya sabemos quiénes tendremos que estar sometidos a esos nuevos señores con sus dinámicos tronos.



Obviamente, habrá intentos de revuelta, pero serán reprimidos por la avanzada maquinaria que los minusválidos poseerán y no compartirán con nadie. Ea pues, todos los gobiernos, bancos y campos de golf estarán en manos de semejante chusma. Por otro lado, los medios de comunicación se convertirán definitivamente en un lavado de cerebro (y esto ya se está perfeccionando cada vez más en la actualidad), al que todos seremos forzados a recibir. La implantación de chips y sistemas de vigilancia en nuestros hogares es cuestión de tiempo.

La religión, símbolo de libertad y de esperanza, será suprimida, y en su lugar se establecerán las dichosas redes sociales, que en el fondo no son más que un método de control más. Dirigidas por esas célebres niñitas drogadictas que, a pesar de no saber ni buscar una palabra en el diccionario, siempre encuentran tiempo para "enchufarse" al ordenador, el Feisbuk y demás organizaciones malignas esclavizarán a la "pípol".

Tal vez estas palabras os confirmen que he perdido el juicio (y el puto bonobús también, si alguien lo encuentra que me lo envíe a mi hogar, dulce hogar). De todos modos, considerad los siguientes datos que os ofrezco para apoyar mi apocalíptica teoría:

1. En cualquier página en que vendan películas, podremos observar que, desgraciadamente, las más vendidas rezuman guiones inteligentes, actuaciones poderosas, una dirección minuciosa... Por ejemplo, a día de hoy las 10 películas más vendidas en El Corte Inglés son: Harry Potter y el misterio del príncipe, Harry Potter y el misterio del príncipe (pack), Millenium 1, Crepúsculo, Escuela de sirenas, Campanilla y el tesoro perdido, Crepúsculo (edición de dos discos y un libro), Transformers 2, Ángeles y Demonios y Harry Potter y el misterio del príncipe (edición especial de nosequé basura).
¿Con este montón de mierda a dónde vamos a parar? Qué crueles son los padres que torturan a sus criaturas con las aventuras de Campanilla y compañía. Pero por Dios, ¿es que no hay cosas mejores que hacer?

2. Si consultamos la venta de libros, obtenemos más de lo mismo. Aunque paso de copiar los títulos (que esto cansa, aunque parezca que no), se trata básicamente de la porquería de ese sectario Dan Brown.

3. En el apartado de la música, obviamente a Mozart, Beethoven, Shostakovich y compañía no se les ve el pelo (o la peluca). En su lugar, aparecen una serie de alcoholizados corruptos con sus maravillosos discos "90 minutos de pura flatulencia". Espeluznante, hermanos. Y para muestra, un mojón. Veamos uno de los grandes éxitos de los últimos años:


Demonios, podría escribir largo y tendido sobre este asunto, pero el váter me pide que le dé de comer. Finalizaré pronto, pues. Nos acercamos a un futuro tenebroso, hermanos, y vamos sobre malditos carriles. Hemos de reaccionar, ¡descarrilemos!

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