Un náufrago en Marte

Marte (The Martian)

Tan cerca y a la vez tan lejos, el vecino planeta rojo siempre ha suscitado una gran fascinación. Hasta el momento lo más cerca que ha estado el hombre de poner un pie en Marte ha sido a través del Curiosity, pero la literatura y el cine siempre han ido siglos por delante.

Es precisamente con Marte con la que el realizador Ridley Scott (Alien, el octavo pasajero, Blade Runner) emprende su tercera incursión espacial y su mejor película de los últimos años. En ella tenemos a Mark Watney, un astronauta que es dado por muerto y abandonado durante una misión tripulada a Marte. Watney no se dará por vencido y recurrirá a su ingenio para sobrevivir el tiempo necesario para ser rescatado.

Solo en un mundo no preparado para la vida.

Tesoro de pacotilla

Inmersión letal

Hay películas que parecen destinadas a ser emitidas por televisión los sábados a la hora de la siesta. Torpes, aburridas y con cero ambición. Así se podría describir a Inmersión letal (2005), del director estadounidense John Stockwell (Marea letal, En el filo de las olas).

La cinta en cuestión nos habla de cuatro buceadores que trabajan en las Bahamas y hallan un antiguo barco pirata hundido. Mientras sueñan con encontrar un gran tesoro dentro, también encuentran junto al pecio un avión estrellado lleno de cocaína.

Alba y Walker en busca de tesoros submarinos.

Que no te muerdan

Grindhouse (Planet Terror)

No hace mucho revisamos Death Proof, la película que Quentin Tarantino aportó al singular proyecto Grindhouse, compuesto de dos largometrajes y unos cuantos falsos tráileres (entre ellos el de Machete, que curiosamente sí llegó a convertirse en filme). La otra cara de la moneda la puso Robert Rodríguez (El mariachi, Abierto hasta el amanecer) con una réplica de las típicas cintas de zombis de bajo presupuesto.

Por los tejemanejes de los militares, un virus comienza a contagiarse rápidamente, convirtiendo a la gente en insaciables zombis caníbales. Un grupo liderado por una bailarina de striptease lisiada y su ex novio trata de escapar de los infectados y encontrar un lugar seguro.

Una prótesis improvisada.

Vaqueros que beben horchata

Las petroleras

De vez en cuando uno se encuentra con iluminados a los que les da por mezclar cosas sin ton ni son y degustar el resultado. Así han surgido abyectas mezcolanzas como el bocadillo de nocilla con chorizo, el helado de cebolla o Las petroleras (1971), un 'spaghetti western' francés rodado en España. Christian-Jaque (La ley es la ley, El tulipán negro) acerca el lejano oeste al país galo con una intención paródica y un resultado funesto.

Tras una fructífera temporada de atracos en trenes y bancos, Frenchie King y sus cuatro hermanas deciden sentar la cabeza y comprar un rancho. El problema viene cuando una pandilla de brutos compuesta por Marie y sus cuatro hermanos averigua que en esas tierras hay petróleo.

Bardot y Cardinale aportan dos razones cada una para ver la cinta.

El arte sale a la calle

Banksy Does New York

Una de las figuras del arte que más atención ha generado en los últimos años es curiosamente Banksy, un artista anónima que acostumbra a pintar sus obras sobre las fachadas y abandonarlas en espacios urbanos. Pese al debate sobre si lo suyo es arte o vandalismo, lo cierto es que su estilo y sobre todo sus satíricos mensajes le han proporcionado renombre internacional.

El artista se trasladó durante el mes de octubre de 2013 a Nueva York, donde cada día 'inauguraba' una de sus obras ante el entusiasmo popular. Este fenómeno es el que cubre Chris Moukarbel (Me @ the zoo) con su documental.

Una de las pinturas callejeras.

Vestir de nuevo el traje de matar

Hitman 2: Silent Assassin

Historia

A falta de unos meses del lanzamiento de la sexta entrega del asesino alopécico más famoso, conviene echar un vistazo a los orígenes de la saga. Hitman: Codename 47 reinterpretó en el año 2000 el concepto de videojuego de disparos, yendo mucho más allá de aquello de hacer fuego contra todo lo que se mueva. IO Interactive ha ido mejorando estas dinámicas a lo largo de década y media, pero hoy nos centraremos en su segundo título.

Corría el año 2002 cuando el estudio danés recuperó a su personaje más exitoso. El Agente 47 se hallaba a la sazón en un monasterio siciliano intentando dejar atrás su vida como sicario. Pero su paz no dura mucho, porque un día el sacerdote que lo acoge es secuestrado. 47 retoma el contacto con la ICA para obtener algo de información, pero nada es gratis en este mundo...

Un recadero muy especial.

Pesadilla en el sudeste asiático

Golpe de Estado

En los últimos años han sido notorias la escasez y la torpeza en la producción de películas de suspense, un género antaño floreciente. Por fortuna John Erick Dowdle (Así en la Tierra como en el Infierno, Quarantine) nos trae un 'thriller' para ponernos en tensión durante más de hora y media.

Golpe de Estado se centra en una familia modelo estadounidense que se traslada a un país indeterminado del sudeste asiático por trabajo. De forma repentina estalla una violenta revolución en la que la población local toma las calles y da caza a los extranjeros occidentales.

Owen Wilson y Pierce Brosnan en un momento del filme.

600 entradas weinorianas

Tañen las campanas con glorioso entusiasmo para festejar la publicación de seiscientos manuscritos cibernéticos en la villa de Weinor. Una multitud se agolpa a las puertas de la caverna y aclama a su barbudo soberano, que pronto emergerá con un cuchillo Kenji para imponer orden.

Como presente a la audiencia, aquí va una anécdota rigurosamente real:

Desenterrando a un mito

El precio de la fama

El 1 de marzo de 1978, el ataúd de Charlie Chaplin fue desenterrado y secuestrado. Los raptores reclamaron un rescate a cambio de devolver el cuerpo de la que había sido una de las figuras cinematográficas más relevantes de la historia desde su debut en 1914.  Esta anécdota sirve al francés Xavier Beauvois (De dioses y hombres, El pequeño teniente) para acometer una comedia, la primera de su trayectoria.

Después de salir de la cárcel, Eddy se aloja en casa de Osman. Ambos son viejos amigos que emigraron a Suiza años atrás para medrar sin haberlo conseguido. Mientras la televisiones rinden tributo al recién fallecido Chaplin, la esposa de Osman se halla ingresada y precisa de una gran cantidad de dinero para operarse la cadera. Y ahí es cuando Eddy tiene una idea 'brillante'.

A priori no parecía complicado.

Grandes comentarios de Internet. Volumen 1

En muchas épocas a lo largo de la historia ha sucedido que la genialidad de los inventos y las filosofías ha quedado limitada a un espacio geográfico concreto. La ausencia de una tecnología adecuada ha sido un óbice para la correcta divulgación de estas maravillas, y han sido necesarios cientos y miles de años para conocer lo que antaño estaba en boca de todos.

Afortunadamente hoy contamos con Internet, una plataforma idónea para que las grandes mentes de la humanidad dejen huella de su agudeza y la compartan con todo el orbe. De esta forma podemos tropezarnos sin pretenderlo con reflexiones sesudas y análisis brillantes como los que iré incluyendo en esta nueva sección. Procedamos con tres ejemplos hallados entre los comentarios de YouTube.

¿Qué hubieran hecho todos estos desgraciados con Tuenti en sus manos?

Trofeos humanos

Foxcatcher

Archiconocida es la utilización del deporte y sus éxitos con segundas intenciones. El caso de la Unión Soviética en este particular es paradigmático, pero no el único ni mucho menos. Bennet Miller (Truman Capote, Moneyball: Rompiendo las reglas) toca este tema en Foxcatcher (2014), un drama basado en hechos reales y sustentado en tres grandes interpretaciones masculinas.

Después de conquistar la medalla de oro de lucha libre en los Juegos Olímpicos de 1984, el indeciso y taciturno Mark Schultz se encuentra entrenando en un humilde gimnasio junto a su hermano Dave. Recibe entonces la invitación de un excéntrico magnate para ayudarle a preparar en su finca un equipo de lucha para encarar la próxima cita en Seúl.

Un mentor demente en busca de discípulos.

Gángsteres de pacotilla

Banda aparte

La temprana hegemonía comercial establecida por Estados Unidos en el terreno cinematográfico provocó que la producción europea fuera más propensa a probaturas y movimientos de vanguardia. Los jóvenes cineastas de la Nouvelle vague apostaron, desde finales de los años cincuenta, por la experimentación formal. Así, Jean-Luc Godard (Al final de la escapada, Pierrot el loco) introdujo en sus películas recursos técnicos novedosos que rompían con lo convencional.

En Banda aparte (1964), Godard cuenta la historia de dos jóvenes ociosos que conocen a Odile, una muchacha muy inocente, durante una clase de inglés en una academia. Los tres acuerdan llevar a cabo el robo de una importante suma de dinero propiedad de la tía de Odile, en cuya casa se aloja la chica.

El trío protagonista en una cafetería.