Buenas maneras IV: Aires de grandeza

Hermanos, habréis advertido mi inactividad en esta preciada gruta del saber, pero sabed que me hallo sumido en una espiral de violencia, drogas y telenovelas sudamericanas (no sé qué es peor, mamasita). Pero, de la misma forma que hay quien dice que la muerte de JFK fue un suicidio, yo sostengo un avión de papel en la mano a la espera de que sea impelido por el viento.

Desconcertante sonrisa maligna en una escena típica del ascensor.

Una vez aclarado este punto y coma, podemos pasar a tratar ya lo que realmente nos atormenta: las flatulencias. La guía de los buenos modales (ya disponible en tu quiosco) nos indica que rilarnos en presencia de otro ser humano es una descortesía. No pretendo desviarme de tan insigne tratado, sino simple y llanamente exponer ciertos puntos a tener en consideración.

F1: GP de Alemania 2012

Llegamos al ecuador de la temporada con otra emocionante carrera. Grosjean investigando las escapatorias, Hamilton de mal en peor, la estrategia arriesgada de Sauber funcionando, De la Rosa terminando por delante de un Marussia, los Mercedes yendo de más a menos, Webber irregular, Vettel cometiendo un fallo infantil que le acarrea una sanción…

No se pueden hacer esas tonterías en casa, hombre.

Éstas y otras muchas cosas han sucedido en el Gran Premio de Hockenheim. Vuestro barbudo hermano destaca los siguientes puntos:

F1: GP Gran Bretaña 2012

Con más retraso que Washington de Lars von Trier (la esperamos, maestro) llega el análisis más cutre y barato de la Phórmula 1.

Webber, tras asaltar la Catedral de San Pablo.

Alonso, Webber y Vettel destacan como los candidatos al título, mientras los McLaren no han dado ni una a derechas en las últimas carreras.  Lotus se postula como el juez del campeonato, y por detrás todo sigue igual.

De entre todo, el Reverendo Weinor señala estos cuatro aspectos: