lunes, 3 de marzo de 2014

Una deshumanización brutal

12 años de esclavitud


En el mismo día en el que se han entregado los Oscar criticamos 12 años de esclavitud (2013), la mejor película según este certamen e igualmente cosechadora de otros muchos galardones. Steve McQueen (Shame, Hunger) dirige una cinta que probablemente se haya convertido ya en un clásico.

El filme relata una historia real basada en un texto autobiográfico del protagonista. Solomon Northup, un culto músico negro que vivía en libertad en Nueva York, es invitado por dos desconocidos a formar parte de una pequeña gira acompañando a un circo. Tras haber bebido más de la cuenta, Solomon descubre que ha sido secuestrado para ser vendido como esclavo en las plantaciones del Sur.

Michael Fassbender deslumbra como un esclavista maníaco.


McQueen, cuyos ancestros sufrieron la lacra de la esclavitud, concede a esta cuestión el mismo tratamiento riguroso que tantas veces ha tenido el Holocausto judío. El director demuestra que el cine no sólo es 'una fábrica de sueños', sino que también constituye una herramienta útil para recordar  y juzgar dolorosos episodios de la historia.

Chiwetel Eljofor encarna sin excesos de ninguna clase a un personaje que no es el héroe al uso. El protagonista prefiere vivir de rodillas a morir de pie con tal de volver a ver a su familia. También tienen un papel relevante Michael Fassbender (tercera colaboración con el realizador), que se adueña del filme con una excelente interpretación, y Lupita Nyong'o, Oscar a mejor actriz de reparto. Junto a ellos aparecen actores conocidos como Benedict Cumberbatch, Paul Dano, Brad Pitt o Paul Giamatti.

Meritoria recreación de una época muy característica a nivel visual.


La odisea tanto externa como interior de Solomon Northup sirve a McQueen para abordar una mancha histórica y un tremendo absurdo, el esclavismo en el país de la libertad. Esta práctica conduce a la despersonalización, que en el lado de los esclavos se manifiesta como cosificación y en el lado de  los amos lo hace como bestialización. Las plantaciones sureñas, vastos espacios abiertos, se erigen como unas insólitas prisiones.

Solomon y compañía sufren a manos de tiranos e hipócritas en una película que elude la sensiblería facilona. Pero la reflexión crítica del filme no va dirigida sólo a los dueños, sino que en un gran acto de valentía se denuncia la pasividad de los negros ante el tormento recbido. Cuando el protagonista pide perdón en retiradas ocasiones, lo está haciendo por no haberse sublevado como quizá requería la ocasión.

Más allá de estas consideraciones de fondo, 12 años de esclavitud es un drama de época que te mete en la vilipendiada piel del personaje principal y cautiva al espectador durante 133 minutos que pasan deprisa. Tanto es así que me introduje un chicle en la boca antes de comenzar la proyección y en los créditos finales me di cuenta de que seguía mascándalo.



Es un filme de corte clásico pese a la crudeza explícita que expone en ocasiones. En cualquier caso, es mucho más brutal por los comportamientos aberrantes de los personajes que por la violencia física mostrada. En su conjunto se trata de un largometraje muy equilibrado en el que todas las piezas funcionan a la perfección. Sin lugar a dudas, de lo mejor del 2013 y la obra de referencia sobre el esclavismo en la época moderna.


Puntuación: 8



T.O.: 12 Years a Slave / EE.UU. / 2013 / Dirección: Steve McQueen / Elenco: Chiwetel Ejiofor, Michael Fassbender, Lupita Nyong'o, Paul Dano, Brad Pitt / Género: Drama / Duración: 133 minutos

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