miércoles, 22 de octubre de 2014

Tronchantes barbaridades de la vida cotidiana

Relatos salvajes


La ordenada vida en la civilización contemporánea no ha logrado erradicar aquellas situaciones en las que aflora nuestro instinto de supervivencia más puro. Una vez superado cierto límite, la adrenalina invade nuestro cuerpo y nubla nuestra razón, de tal modo que nuestra reacción puede ser inesperada y radical.

En Relatos salvajes, el argentino Damián Szifrón (Tiempo de valientes, En el fondo del mar) recrea esa misma sensación en una antología de seis historias breves e independientes. Los cortometrajes están unidos exclusivamente por la temática. Cada uno nos presenta una situación en la que alguien está cerca de perder el control, como la de un hombre que ve cómo la grúa se lleva su coche de forma reiterada e injusta o la de una disputa en la autopista entre dos conductores.

El personaje de Ricardo Darín, intentando reclamar por una multa.


El filme, que llega a España dos meses después de su estreno en Sudamérica con una excepcional respuesta por parte de público y crítica, cuenta con algunas de las estrellas más importantes del cine argentino actual. Ricardo Darín, Óscar Martínez, Leonardo Sbaraglia, Érica Rivas, Rita Cortese y Darío Grandinetti entre otros dan vida a los personejes estereotipados y cotidianos que pueblan los relatos de Szifrón, responsable también del guión. Los intérpretes transmiten verosimilitud e intensidad a raudales.

Las casi dos horas de metraje transcurren con amenidad gracias a la dispar naturaleza de los cortos, algunos de los cuales presentan un planteamiento propio de los chistes o las fábulas. Los tres primeros son más cortos y directos, mientras que los tres últimos contienen mayor carga dramática. Otro ejemplo de variedad es la apariencia de 'road movies' de dos de ellos, con escenas de carretera en uno y de restaurante de paso en el otro. La quinta historia, La propuesta, es con diferencia la más sosegada de todas.

'Pasternak', el irreal y explosivo arranque del filme.


Pasternak, el hilarante episodio que da inicio a Relatos salvajes, saca a relucir desde el principio uno de los pilares fundamentales de la película: un humor negro, pero más negro que un tizón. La complicidad e identificación del espectador es constante, dándose situaciones en las que cualquiera se ha visto envuelto y ha sido tentado de actuar como los personajes que aparecen en pantalla. Colectivos como los abogados, los funcionarios o el servicio de retirada de vehículos quedan señalados como focos de crispación.

Junto a la parte cómica, que lleva en volandas el conjunto a base de carcajadas, la otra pieza básica del filme de Szifrón es la violencia, la parte oscura del ser humano. Esta curiosa combinación sobrecoge y hace reír al mismo tiempo. La venganza, la avaricia, la corrupción y la hipocresía aparecen como actitudes comunes en la sociedad argentina, y por extensión a la del resto de países. Buena parte de la violencia mostrada está motivada por un sistema injusto y exasperante que pide a gritos que la gente se tome la justicia por su mano.



Que todo lo dicho anteriormente no nos haga pensar que Relatos salvajes es una cinta anárquica. El director controla perfectamente el descontrol. La tensión va en aumento hasta estallar en una catarsis programada al milímetro en la que el factor sorpresa es importante. No sobra ni falta nada, resultando cortometrajes redondos.

El apartado técnico es de buena factura en todos los aspectos, con una música escogida con mucho acierto. Pocas o ninguna pega se le pueden achacar a un proyecto que rebosa de sátira, mala uva, crudeza... y sobre todo personalidad, desde los originales títulos de crédito iniciales.


Puntuación: 8,5


T.O.: Relatos salvajes / Argentina / 2014 / Dirección: Damián Szifrón / Elenco: Ricardo Darín, Darío Grandinetti, Óscar Martínez, Rita Cortese, Érica Rivas. / Género: Comedia / Duración: 115 minutos

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