jueves, 3 de octubre de 2013

Una payasada grotesca

Balada triste de trompeta


En el cine español actual pocas son las figuras más visibles que el director bilbaíno Álex de la Iglesia (El día de la bestia, Los crímenes de Oxford). Su filmografía se caracteriza por proyectos con un notorio toque personal, pero ninguno tan radical como su Balada triste de trompeta (2010), película que trataremos a continuación.

En los últimos compases del franquismo, dos payasos de circo luchan por el amor de una trapecista (Carolina Bang). El payaso gracioso (Antonio de la Torre), alcoholizado y violento en extremo, es la antítesis del payaso triste (Carlos Areces), apocado y pasivo... hasta que, en un enfrentamiento inevitable, se desata el caos.

Súbitamente, la película cambia tanto y para mal como su protagonista.


Y el caos nunca mejor dicho, porque a partir de cierto punto, Balada triste de trompeta pasa de largometraje poco interesante a majadería absoluta. De la Iglesia ofrece un desparrame de violencia cruda que no da espacio al desarrollo de los personajes principales, los dos payasos que por otra parte están bien interpretados por  De la Torre y Areces. El guión es deficiente, la mayoría de diálogos y de chistes no funciona. Y así no se llegan a comprender varios detalles, como la razón de que sea tan idolatrado el payaso extrovertido cuando tiene tan poca gracia o los cambios de opinión de la trapecista. La secuencia inicial, por cierto, no aporta nada a la historia.

El retrato costumbrista de una época nostálgica para los espectadores de cierta edad se combina con delirios que restan la credibilidad a los personajes, que tropiezan con episodios como el atentado contra Carrero Blanco, las cacerías de Francisco Franco o la música de Raphael. Una fotografía oscura, con toques de novela gráfica, aprovecha la gran habilidad del director para lo visual. El Valle de los Caídos convertido en un enfermizo escenario de videojuego o el homenaje a Con la muerte en los talones de Alfred Hitchcock son pruebas de ello. Ya se vio en El día de la bestia que a De la Iglesia le gustan las escenas de tensión en las alturas, y aquí se confirma.



Desde luego el filme inquieta cuando vemos la verdadera cara de alguien que embelesa a los niños o cómo puede estallar una persona reprimida y frustrada. Pero Balada triste de trompeta no pasa de ser una gamberrada realizada con insuficiente calidad. Un guión a la deriva, con escenas que quieren resultar efecticistas pero son realmente absurdas (como la cacería o el hecho de que los policías disparen a la cruz de El Valle de los Caídos desde abajo) lastra una obra que podría haber sido mucho mejor. Tal vez para el realizador sea una película especial, pero para el público general es un disparate insatisfactorio.

Como de costumbre aparecen por ahí sabios que saben detectar alegorías en la cinta, en este caso referente a España y a sus dos bandos (que teóricamente representan los tres protagonistas). Bien por ellos, pero ni está tan claro que fuera la intención del realizador ni eso justifica lo visto en pantalla.


Puntuación: 3



T.O.: Balada triste de trompeta / España / 2010 / Dirección: Álex de la Iglesia / Elenco: Carlos Areces, Antonio de la Torre, Carolina Bang, Santiago Segura, Sancho Gracia / Género: Comedia / Duración: 107 minutos

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