domingo, 2 de agosto de 2015

Lo gozoso de lo absurdo

Jazzpunk


Historia

En un tiempo en el que los grandes estudios están abocados a la producción masiva de continuaciones de videojuegos de éxito, siempre es de agradecer que alguien rompa una lanza en busca de lo insólito. Necrophone Games, un pequeño estudio canadiense enfocado a los títulos para móviles, dio el salto  a los juegos de ordenador el año pasado con Jazzpunk.

Nos adentramos en un mundo alternativo 'retrofuturista' en el que la Guerra Fría comparte escena con robots y coches voladores. El espía Polyblank se mueve en este ambiente de secretismo, paranoia y experimentos científicos de lo más bizarro. Revísate las muelas en busca de micrófonos y prepárate para acompañarle en sus misiones.

Una estética simple y única.

La Guerra Fría desde un punto de vista inusual.


La parodia del cine de espías se codea con el surrealismo y un gran número de guiños, siempre con un sentido del humor que adopta múltiples formas, desde lo sutil a lo explícito, de lo inteligente a lo absurdo. Jazzpunk se puede entender como una comedia interactiva en la que todo está enfocado a hacer reír al jugador. No hay minuto en el que no nos topemos con algún 'gag' al más puro estilo Aterriza como puedas.


Jugabilidad

Necrophone Games nos ofrece una aventura gráfica en primera persona que se desarrolla a lo largo de varios capítulos. Además de interactuar con las personas y numerosos elementos de los escenarios, el protagonista puede almacenar herramientas y objetos necesarios para resolver pequeños puzles.

El Director nos dará unas instrucciones imprecisas.

Lo más interesante no son las misiones, sino interactuar con el entorno.


Si nos disponemos a seguir la trama principal de la forma más rápida posible, descubriremos que el juego se termina en un periquete. Las tareas son en general las clásicas del espionaje, como por ejemplo infiltrarse en un consulado soviético para robar un chip o rescatar a alguien de las garras de un villano.

En lugar de enfocarse exclusivamente a estos objetivos, conviene explorar cada uno de los espacios de las misiones para descubrir la riqueza de aspectos secundarios. Nos toparemos de este modo con minijuegos (algunos tan logrados como los simuladores del Quake o el Street Fighter II) y detalles cómicos en los lugares más insospechados.


Referencias a películas y videojuegos, en este caso Street Fighter II.

En Jazzpunk no hace falta nada más.


El jugador imprime, de esta forma, el ritmo que le quiere dar al juego. En el caso más extremo, un examen minucioso requiere de en torno a cuatro horas totales. La duración es por tanto notablemente breve, aunque la aventura es intensa.


Cuestiones técnicas

La sección audiovisual es, indiscutiblemente, la más llamativa de Jazzpunk. Su estética única se basa en lo simplista y presenta personajes sin rostro, cuando no meras siluetas negras. Estos individuos hablan además con voces distorsionadas. Afortunadamente unos enormes subtítulos integrados en los escenarios resumen lo más importante de las conversaciones, aunque el título está completamente en inglés.

Coches voladores e inteligencia artificial.

Hasta las cajas tienen algo que decir.


El catálogo de entornos es variopinto, ya que contiene espacios urbanos exteriores, interiores, un complejo turístico, un templo budista... Todos ellos diseñados con unas texturas sencillas que se combinan con imágenes reales en blanco y negro en las pantallas de televisores.

Los efectos de sonido contribuyen enormemente a provocar carcajadas, adoptando a veces la forma de un típico remate para un 'gag'. La música, de viento en su mayor parte, casa muy bien con la acción y el ambiente.


Conclusión

Este sinsentido de Necrophone Games supone una experiencia única e impagable. Asombra y hace reír continuamente con unos recursos mínimos. La única pega achacable a Jazzpunk es la escasa duración, pero sus cuatro horas bastarán para dejarte un recuerdo imborrable.


Puntuación: 8

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