domingo, 22 de septiembre de 2013

Bostezos espaciales

Star Trek: En la oscuridad


El universo de Star Trek nunca me ha cautivado. Lo encuentro muy serio, poco divertido. La existencia de otro gigante en el ámbito del espacio como es La Guerra de las Galaxias ha colmado mi interés en la ficción del cosmos desde niño. Posteriormente descubrí a Isaac Asimov y a Arthur C. Clarke entre otros, pero eso es otra historia. Así y todo, el otro día decidí visionar la última película de la popular franquicia, esto es, Star Trek: En la oscuridad (2013). Dos fueron los motivos que me impulsaron a ello. El primero, que el director de la cinta es J.J. Abrams, creador de obras de referencia como Perdidos o Fringe. El segundo, que casualmente ya había visto la anterior incursión de Abrams en esta saga, Star Trek (2009), y me pareció bastante decente y entretenida.

Vayamos primero con la sinopsis. Una serie de atentados terroristas desangran a la Flota Estelar desde dentro y sumen al sistema en una aguda crisis. A los mandos de la nave Enterprise, el capitán Kirk (Chris Pine) tratará de poner freno al enigmático responsable de estos actos. Spock (Zachary Quinto), Uhura (Zoe Saldana) Sulu (Hohn Cho) y el resto de los celebérrimos tripulantes de la Enterprise le acompañarán en una misión arriesgada y sin parangón. 

Como tantas sagas, Star Trek retrocede a la juventud de sus protagonistas.


La aportación más destacada que ofrece Abrams a la serie es su enfoque. Concretamente, convierte el universo de Star Trek en un producto de consumo rápido y fácil digestión. Aunque se tratan temas como la lealtad o el sacrificio, al espectador no se le exige pensar mucho. La acción transcurre  sin brindar una oportunidad a la reflexión. Los seguidores de la saga, a buen seguro, habrán echado bilis después de ver esta conversión.

Pero la mayor deficiencia que presenta En la oscuridad es, paradójicamente, que no entretiene. Sus 132 minutos se hacen largos, y la atención del espectador se disipa paulatinamente. Los personajes, por otra parte, no son atractivos. El contraste entre los jóvenes Kirk y Spock es lo más llamativo, pero aun así no es nada de otro mundo. El inexpresivo malo de la película no da ni frío ni calor.

Benedict Kumberbatch da vida al malévolo Khan.


Entre sus virtudes encontramos un diseño cuidado y unos efectos especiales sobresalientes. Los pijamas espaciales siguen quedando bien. Sorprende, por cierto, que no se haya mostrado más la Enterprise, cuyas habitaciones y recovecos eran el escenario más frecuente en la serie y las películas previas.

En definitiva, una interesante muestra de cómo Hollywood modifica un clásico para comercializarlo y hacerlo más espectacular. Si hubiesen puesto la mitad de atención al guión que al poderío visual que despliega la cinta, podríamos estar hablando de una buena película. Pese a estar bien hecho, este producto de consumo incurre en un pecado mortal: no llega a entretener.


Puntuación: 6



T.O.: Star Trek Into Darkness (Stark Trek 2) / EE.UU. / 2013 / Dirección: J.J. Abrams / Elenco: Chris Pine, Zachary Pinto, Zoe Saldana, Benedict Cumberbatch, Simon Pegg / Género: Ciencia ficción / Duración: 132 minutos

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