jueves, 10 de abril de 2014

Desternillante aventura por entre la basura

La fuga de Deponia


Historia

No está en su momento de esplendor la aventura gráfica, pero cada año encontramos algunos videojuegos destacables. La fuga de Deponia (2012), desarrollado por la compañía alemana Daedalic Entertainment y distribuido por FX Interactive es uno de los títulos de este género que más ha destacado recientemente.

Deponia es un planeta-vertedero en el que vive el grueso de la población. A muchos kilómetros de altitud se halla el Elíseo, una ciudad flotante en la que está afincada la adinerada élite del mundo. Rufus, el protagonista de la historia, vive en casa de una ex novia que no lo soporta por lo sucio y vago que es. Rufus no tiene ninguna preocupación de índole laboral o doméstica, ya que concentra todos sus esfuerzos en alcanzar la ciudad de las nubes y dejar atrás su miseria. Sus chapuceros intentos han fracasado uno tras otro... hasta ahora. Una elísea caída del cielo por su culpa se convertirá en un posible billete de salida.

Rufus, preparando su maleta para su viaje al Elíseo.

A punto de subirse a una cápsula impulsada por un cohete...


Este simpático personaje, antihéroe holgazán y egocéntrico, vivirá sus peripecias en un mundo lleno de basura en el que de los grifos sale agua marrón y los cepillos de dientes están tan sucios que tienen vida propia. Sus excéntricos vecinos, entre ellos un robot que es policía, médico y bombero a tiempo parcial o una secretaria de ambigua y cambiante sexualidad, no le pondrán las cosas fáciles, de modo que Rufus tendrá que ingeniárselas para conseguir su colaboración o como mínimo despistarlos.

El sentido del humor es uno de los soportes más importantes de La fuga de Deponia. El personaje principal es tan golfo que arranca carcajadas constantemente. Hay mucha sátira dirigida a los políticos y a las clases sociales más poderosas, y al mismo tiempo situaciones cómicas y disparatadas. La canción del trovador en los créditos iniciales ya orienta al jugador sobre la clase de aventura que va a disfrutar.



Eso sí, hay que lamentar que en realidad la trama no avanza mucho y que se corta de forma abrupta. La fuga de Deponia es la primera entrega de una trilogía ya lanzada por Daedalic Entertainment. Completan la serie Caos en Deponia y Goodbye Deponia.


Jugabilidad

La saga apuesta por formato 'point-and-click' al estilo Runaway. Nuestro personaje puede desplazarse a lo largo de escenarios en 2D para conversar con alguien o interactuar con objetos. Estos escenarios pueden prolongarse (por ejemplo, varias plantas de una vivienda) haciendo que la cámara se desplace, lo que añade un poco de dinamismo.

Contamos con un inventario en el que se almacenan las cosas que recogemos y en el que también podemos combinar objetos. Un breve pero eficaz tutorial nos explica la mecánica del juego. Básicamente se explorar los diversos escenarios, hablar con gente para extraerles información y usar los objetos en el lugar y el momento preciso.

Los planes de Rufus suelen terminar de esta manera.

El inventario.


El juego incluye algunos puzles, pero fundamentalmente debemos aplicar la lógica para sortear los obstáculos que nos pondrán los otros personajes. Cuando intentamos cruzar dos elementos de nuestro inventario, Rufus hace algún comentario irónico en el que tal vez se vislumbre una pista.

En general la dificultad no es muy acusada, salvo algún puzle o minijuego concreto (el de las vías del tren). Eso sí, hay que señalar que en ocasiones la combinación de objetos o el momento en el que éstos deben usarse no son nada obvios. El título garantiza unas diez u once horas de juego, aunque en realidad depende de la habilidad de cada jugador.

La ciudad de Kuvaq.

Nos cruzaremos con personajes excéntricos, como el alcalde de Kuvaq.


Si estamos perdidos, podemos recurrir a la barra espaciadora para que se remarquen los lugares en los que podemos realizar alguna acción. Ya se sabe que en esta clase de juegos hay que revisarlo todo a fondo.

Por otra parte, para abreviar los desplazamentos de Rufus se puede optar por el movimiento rápido haciendo doble click en alguna de las salidas a otros escenarios. Esta opción, sin embargo, no está disponible para deambular por un mismo escenario o pantalla, y las despreocupadas caminatas del protagonista en ocasiones desesperan.


Cuestiones técnicas

Nos encontramos ante un videojuego en 2D, lo que limita un poco la capacidad de transportar al espectador hasta ese (in)mundo que es Deponia. Los personajes están trazados con una estética similar a la animación Flash, y su escasa movilidad queda patente sobre todo durante las largas conversaciones.

Cuando Rufus utiliza algún objeto, mueve los brazos de espaldas a la cámara. Un personaje puede salir por una puerta lejana y aparecer por otra más cercana dentro de un mismo escenario. Son ejemplos de pegas achacables a la animación.

Debemos recurrir al ingenio para conseguir objetos.

La ambientación de vertedero está muy bien lograda.


Eso sí, que nadie vaya a pensar que los gráficos están descuidados. La estética es muy atractiva a nivel visual y dota de personalidad propia a un universo singular. Los escenarios rebosan de pequeños detalles, y los paisajes destacan por su belleza. Chatarra y mugre se juntan para dar forma al planeta-vertedero con un gran resultado.

Para combatir la sensación de estatismo del conjunto, algunos elementos animados se mueven repetidamente. El propio Rufus se pone a hacer el ganso si nos mantenemos inactivos.

Los personajes están diseñados con trazos simples, a semejanza de la animación Flash.

Pocos vecinos nos ayudarán en nuestra aventura.


El apartado sonoro destaca sobre todo por el excelente doblaje al español, que mantiene la gracia de los chistes del original alemán y está interpretado con mucha calidad. La banda sonora es notable, con piezas de tintes épicos como la del menú principal, temas electrónicos más dinámicos y las memorables cantinelas del trovador. El amplio repertorio de efectos redondea un campo auditivo sobresaliente.


Conclusión

La fuga de Deponia constituye una atractiva propuesta a base de jugabilidad tradicional, grandes dosis de humor y un cautivador estilo visual. La fórmula funciona, porque el jugador se queda con ganas de jugar las siguientes partes.

El título cuenta con varios minijuegos o rompecabezas.

Goal, la bella durmiente (comatosa) procedente del Elíseo.


Las limitaciones de la animación y que el corte del final sea demasiado precipitado son sus puntos flacos. Merece la pena, sin embargo, dedicarle unas cuantas horas a esta original aventura gráfica.


Puntuación: 7

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