lunes, 22 de diciembre de 2014

Desarrollando videojuegos

Game Dev Tycoon


Historia

Se han hecho simuladores de gestión de mucha clase de negocios, como hospitales o restaurantes. Con Game Dev Tycoon (2012) llegó el turno de ponernos al frente de una compañía productora de videojuegos. El concepto de 'cine dentro del cine' se traslada así al campo del ocio electrónico.

Las dos personas que a la sazón formaban el equipo de desarrolladores del pequeño estudio australiano Greenheart Games se inspiraron en la popular aplicación para dispositivos móviles Game Dev Story, obra de Kairosoft. Game Dev Tycoon se puede entender como una ampliación de las posibilidades que ofrecía dicho título.

Nuestro equipo en pleno proceso creativo.


Greenheart Games nos sitúa en un garaje a principios de los años ochenta con una arcaica computadora como herramienta de trabajo. Sin empleados, con el dinero justo y una experiencia nula arranca nuestra carrera hasta la cima del mundillo. Asistiremos al auge y caída de grandes compañías y famosas consolas, entre las que nuestra modesta empresa intentará abrirse paso.

Los nombres de los gigantes de la industria de los videojuegos, eso sí, están deformados para evitar problemas de licencias. Ninvento, Übersoft, la Playsistem o la mBox son ejemplos de ello. El humor es la tónica general de Game Dev Tycoon gracias también a acontecimientos curiosos, como intentos de estafa, accidentes y chapuzas varias.

Los humildes comienzos de una carrera meteórica.


Finalmente cabe resaltar la lección moral contra la piratería, un tema recurrente a lo largo del juego. Los propios creadores filtraron en una red de descargas ilegales una versión del juego que saboteaba a los jugadores arruinándolos por la desbocada actividad de los piratas. Toda una declaración de principios.


Jugabilidad

Estamos ante un título de estrategia cuyos controles se limitan al ratón, para el funcionamiento general, y al teclado, únicamente para escribir el nombre de nuestras creaciones. Si tienes un mínimo conocimiento de la historia de la industria del videojuego, disfrutarás más y te resultará más fácil Game Dev Tycoon. En caso contrario, eso sí, corres el riesgo de caer en la aleatoriedad y en un aburrimiento temprano.

La mecánica básica de las partidas consiste en el sucesivo proceso de creación de videojuegos a lo largo de 35 años, más o menos hasta la actual generación de consolas. En cada lanzamiento debemos seguir los mismos pasos: determinar las propiedades del proyecto (nombre, tema, género, plataformas, etcétera), desarrollarlo potenciando los distintos campos mediante un sistema de barras deslizantes y corregir errores. Después viene la valoración de la crítica especializada, y finalmente el producto es colocado en el mercado.

Hay que desplazar las barras y marcar las características que queremos incorporar en cada producto.


Durante la etapa de desarrollo hay que aumentar la carga de trabajo en unos campos en perjuicio de otros. Por ejemplo, un juego de rol requerirá buenas historias o misiones por encima de unos gráficos potentes, y en uno de acción los diálogos tendrán una relevancia casi nula en beneficio de la inteligencia artificial. El acierto de estas combinaciones favorecerá la fluidez del proceso y se verá recompensado con los halagos de los críticos, cuya opinión es altamente influyente en las ventas.

La acumulación de puntos de investigación durante el desarrollo de los videojuegos o bien cuando elaboremos un informe de qué ha ido bien y qué mal en nuestro último lanzamiento permite desbloquear una amplia lista de avances tecnológicos y novedades temáticas, como los mundos abiertos, la expresión corporal o el doblaje de voces. Todas estas mejoras deberemos incorporarlas a un nuevo y costoso motor que deberemos crear de vez en cuando para no quedar desfasados.

Un ejemplo de encargo de una gran distribuidora.


Los puntos de investigación también podemos invertirlos en la formación de nuestros empleados, que van acumulando experiencia e incluso especializándose. Los aumentos de sueldo y la concesión de vacaciones para estos genios de la programación recarguen las pilas se harán inevitables.

El dinero es el factor más decisivo, ya que la ruina supondrá el fracaso en la partida. Habremos de hacer frente a los gastos de alquiler de nuestras instalaciones, a los salarios de la plantilla, a las campañas publicitarias y a otras contingencias. La fuente de ingresos principal procede de la venta de nuestros videojuegos, aunque si la situación se complica también podemos acometer tareas informáticas para otras empresas para darle un poco de aire a nuestras arcas.

Las noticias vendrán con los nombres en clave.


Hay una serie de factores que hacen más complejo y rico al juego. Podemos escoger entre publicar nuestras obras o firmar un contrato con una distribuidora. Esta segunda opción nos garantiza mayores ventas pero marca unas determinadas pautas a seguir y una penalización si la calidad final del título no es la esperada. También es relevante el número de seguidores que hayamos ido consiguiendo, así como la afluencia de visitantes a nuestro estand dentro de una multitudinaria feria de videojuegos anual.

Nuestro crecimiento tanto en lo económico como en la popularidad permitirá mudanzas a oficinas más grandes y el incremento de la expectación ante nuestros próximos lanzamientos. Si hacemos las cosas bien podremos abrir un laboratorio de I+D, con el que podremos crear una plataforma digital de venta de juegos entre otras cosas, y un departamento dedicado a la fabricación de nuestra propia consola. El atractivo de las partidas se extiende a la necesidad de publicar parches para corregir errores de nuestros productos con el objetivo de no mancillar nuestra reputación o la concesión de entrevistas a los medios.

Expandiendo nuestro negocio hacia nuevos horizontes.


La simulación funciona bastante bien. Si nuestras decisiones tienen coherencia tendremos más probabilidades de alcanzar el éxito. También hay que ir moldeándose a la aparición y desaparición de las consolas y su variable cuota de mercado, aunque la mecánica de las partidas es en exceso repetitiva. Juegas dos partidas y ya le pillas el tranquillo completamente. Triunfar es relativamente fácil.

Como su predecesor para terminales móviles, Game Dev Tycoon está diseñado para cortas sesiones de juego. Una partida dura en torno a cuatro horas, y sólo hay un modo de juego. Hay aspectos que podrían haberse implementado para darle un aire más dinámico, como la competencia con otras compañías, algo que apenas se menciona.


Cuestiones técnicas

Los gráficos en 2D no pueden ser más simples y llanos. Los escenarios son rígidos, las animaciones son escasas y los menús de texto bastante sosos. Realmente no ves qué juegos estás creando, algo que obliga a la imaginación a completar la diversión que el juego no te ofrece. El grado de personalización se limita a escoger el nombre de tu empresa, el sexo de tu personaje y el color de su camisa. Algo que podría haber amenizado la jugabilidad es la opción de personalizar las oficinas, con mobiliario y elementos de decoración a nuestra elección.

Firmar una obra maestra supondrá un impulso económico apabullante.


El campo del sonido es peor incluso que el gráfico. Una única melodía se repite en bucle hasta el hartazgo, mientras que el abanico de efectos sonoros es no ya básico, sino rudimentario: un timbre para las notificaciones, un sonido de máquina registradora para cuando hacemos caja con las ventas y poco más.


Conclusión

Ramplón y con una diversión limitada a unas pocas partidas, Game Dev Tycoon destaca por su original y atractiva propuesta. El repaso de la historia de las consolas y su peculiar sentido del humor maquillan un poco su horrendo apartado técnico. Ojalá intenten ampliar sus prestaciones en una futura secuela, puesto que el margen de mejora existe y es fácil de identificar.


Puntuación: 6

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