miércoles, 4 de noviembre de 2015

Intenta no perder la cabeza

Sleepy Hollow


Si hay un cineasta capaz de combinar géneros tan dispares como el terror y la comedia ése es Tim Burton (Big Fish, Eduardo Manostijeras). La tensión propia del horror y la relajación de la risa se dan la mano en Sleepy Hollow (1999), octavo largometraje del singular director californiano.

Burton adapta el breve relato de Washington Irving, que habla de un remoto pueblo del siglo XVIII aterrorizado por las sangrientas apariciones de un jinete sin cabeza. Un racional detective de Nueva York que confía ciegamente en las nuevas técnicas científicas es enviado al lugar para resolver el misterio.

Algo muy, muy extraño sucede en Sleepy Hollow.


Sleepy Hollow destaca especialmente por dos motivos, ambos sello distintivo del realizador. El primero, la ya citada conciliación entre lo sobrecogedor y lo hilarante. El segundo, la notable factura técnica y artística. La fotografía y la puesta en escena componen bosques de cuento y noches nebulosas en las que el peligro es lo único que se ve venir.

Como no podía ser de otro modo, Johnny Depp interpreta al personaje principal. Con oficio y sin estridencias, el actor conduce al espectador en esta entretenida película en la que lo sobrenatural tiene un papel importante. Christina Ricci, Miranda Richardson y sobre todo Christopher Walken colman la pantalla de inquietud.



Burton se las ingenia para mantener el misterio en todo momento. Las apariciones del jinete son estelares y gozosamente violentas, dotando al filme de una atmósfera tétrica y de sobrenatural. Todo funciona bien hasta el desenlace, un poco precipitado en el afán de atar cabos.

Recomendable, en cualquier caso.


Puntuación: 7


T.O.: Sleepy Hollow / EE.UU. / 1999 / Dirección: Tim Burton / Elenco: Johnny Depp, Christina Ricci,  Miranda Richardson, Christopher Walken, Casper Van Dien / Género: Terror / Duración: 105 minutos

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