domingo, 27 de julio de 2014

Ricciardo vuelve a dar la campanada

Vibrante carrera la vivida hoy en Hungaroring con múltiples estrategias, una meteorología cambiante, incontables luchas en pista e incertidumbre hasta la bandera a cuadros. Red Bull acertó desde el muro para que Ricciardo llegara al tramo final con las gomas más frescas que sus rivales y el australiano no desaprovechó la ocasión de anotar la segunda victoria en su palmarés. Fernando Alonso lideró buena parte de la prueba y terminó segundo al tiempo que saltaron chispas entre los Mercedes. Lewis Hamilton fue tercero tras una sensacional escalada y Nico Rosberg cuarto.

La carrera del Gran Premio de Hungría comenzó en condiciones de neumáticos intermedios. Había llovido poco antes del comienzo y la pista estaba todavía húmeda. En la salida Rosberg defendió su 'pole' de las acometidas de Bottas, que sí logró sobrepasar a Vettel. También adelantaría al alemán un agresivo Fernando Alonso tras un par de curvas, pero segundos más tarde el tetracampeón se resarció del asturiano. A partir de entonces, el de Red Bull se dedicó a presionar a Bottas, sin que al finlandés le temblara el pulso.

Sólo el australiano ha sido capaz de arrebatar victorias a los Mercedes.


El comienzo para Hamilton apenas pudo ser peor. No sólo tuvo que partir desde el 'pit lane' por haber cambiado chasis y caja de cambios, sino que en la primera vuelta resbaló en una frenada sufriendo un trompo que casi le hizo rozar el muro. Justo la cara opuesta de la actuación de Rosberg, que como viene siendo habitual empezaba a despegarse de sus perseguidores casi un segundo por vuelta.

El británico de Mercedes se rehizo para desplegar un ritmo exorbitante, y en pocos giros fue dando cuenta de nueve pilotos para situarse decimotercero. El último de ellos fue Kimi Räikkönen, que también emprendió una remontada notable tras caer en la Q1 ayer por un error de Ferrari. Fue en la vuelta 8 cuando el guión de la carrera dio un vuelco. Marcus Ericsson estrelló su Caterham contra las protecciones en la curva 4, motivando la aparición del coche de seguridad.

Excepto el cuarteto de cabeza y un par de excepciones, el grueso de la parrilla aprovechó el parón para pasar por boxes. Todos ellos, salvo los McLaren, calzaron ruedas lisas. Rosberg, Bottas, Vettel y Alonso se detuvieron en la vuelta siguiente, lo que les costó un tiempo valioso. Una vez retornaron a pista, la situación en Hungaroring era como sigue: Ricciardo, Button, Massa, Magnussen, Rosberg, Vergne, Vettel, Alonso, Hülkenberg y Pérez. Button y Magnussen lamentarían poco después la ausencia de lluvia, y tuvieron que enmendar su error.

Antes de que el coche de seguridad se retirase, Grosjean impactó en el muro en el mismo lugar que Ericsson, por lo que la prueba no se relanzó hasta la vuelta 14. Se produjo entonces un baile de posiciones en el que Button se puso primero tras pasar a Ricciardo, si bien poco después entró a cambiar ruedas. Alonso adelantó a Vettel y Hamilton apareció de la nada para colocarse tras el alemán. 

Sorprendentemente Rosberg tuvo algún problema de frenos y fue adelantado por Alonso y Vergne. Así las cosas, Ricciardo lideraba seguido de Massa, Alonso, Vergne, Rosberg, Vettel y Hamilton. Tras un toque con su compañero Pérez y terminar empotrado contra el muro, Hülkenberg fue el tercer piloto en abandonar en Hungría. El cuarto sería precisamente Pérez, que perdió el control de su Force India en plena recta de meta al pisar un arcén mojado e impactó contra el muro. Era sólo la vuelta 23 y el coche de seguridad hizo su segunda aparición.

Ricciardo arriesgó y acertó
Mientras los comisarios retiraban el coche de Pérez, cruzado en la pista, el líder Ricciardo y los dos Williams optaron por efectuar su segunda parada. El australiano montó blandos, mientras que Massa y Bottas eligieron el compuesto más duro con la idea de completar un gran número de vueltas con él. De esta manera Alonso pasó a liderar la prueba, seguido por Vergne, Rosberg, Vettel y Hamilton. Ricciardo y Massa salieron justo por delante de Räikkönen, que había progresado hasta pelear por los puntos.

Una avería obligó a Kobayashi a abandonar, con lo que la participación de Caterham en el Gran Premio llegó a su fin. La carrera se relanzó en el giro 27, con las distancias al mínimo. Hamilton voló a la segunda plaza en un abrir y cerrar de ojos: Vettel sufrió un trompo, Rosberg paró en boxes y el británico sólo tuvo que adelantar a Vergne. El líder del Mundial calzó los blandos con vistas a detenerse una segunda vez, mientras que Hamilton estiró su parada y escogió los duros con idea de aguantar hasta el final.

Justo en el ecuador de la cita, problemas de potencia condenaron a Gutiérrez a ser el sexto y último abandono. En pista los pilotos contaban con diversas estrategias: algunos como Ricciardo o Rosberg debían detenerse otra vez, mientras que otros como Alonso y Hamilton no. Se dio el caso de que Rosberg alcanzó a su compañero, y Mercedes ordenó al británico que le cediera su posición. No acató órdenes Hamilton, manteniendo a raya a su máximo rival para evitar una posible victoria.

Un desenlace muy apretado
Una vez cumplieron todos con sus pasos por boxes, Alonso se mantenía al frente seguido por Hamilton. Ricciardo llegaba desde atrás, y a cierta distancia se encontraban Massa, Räikkönen, Rosberg y Vettel. El alemán de Mercedes empezó a volar para abrirse camino hasta su compañero, estancado tras el Ferrari de Alonso, que empezaba a acusar el desgaste en sus neumáticos.

A falta de siete vueltas para el final, Alonso, Hamilton y Ricciardo protagonizaron una intensa pelea por la victoria. Sería el australiano quien se llevase el gato al agua debido a la frescura de sus ruedas y a sus maniobras de adelantamiento. En el giro 67 pasó a Hamilton, y en el 68 a Alonso. La segunda plaza del español no llegaría a peligrar porque justo entonces Rosberg se convirtió en la sombra de su compañero, más centrado en defender que en atacar.

De esta forma Ricciardo, Alonso y Hamilton subieron al podio, mientras que Rosberg sólo pudo ser cuarto pese a haber encabezado la parrilla. Massa, Räikkönen, Vettel, Bottas, Vergne y Button completaron el reparto de puntos. La distancia entre Rosberg y Hamilton se reduce hasta los once puntos a falta de ocho Grandes Premios.



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